Diario Libre (Republica Dominicana)
Dos contra uno
Que la renegociación del NAFTA se debata de forma tripartita es ya un logro para México y Canadá
La renegociación del Nafta, el acuerdo comercial entre los EE.UU., México y Canadá, comenzó acompañada de grandes aprensiones. Dada la desproporción entre el tamaño del mercado estadounidense en comparación con el de los otros dos países, tanto México como Canadá han puesto más atención a la relación comercial particular de cada uno con los EE.UU. que al intercambio entre ellos.
Que la renegociación se debata de forma tripartita es ya un logro para esos dos países, pues inicialmente los EE.UU. plantearon llevar a cabo discusiones bilaterales separadas. Esa opción, sin embargo, no ha sido descartada por el gobierno estadounidense, sino pospuesta hasta ver lo que suceda con las discusiones conjuntas.
Una cercanía inusual se observa ahora entre funcionarios canadienses y mexicanos. Sus representantes comerciales se reunieron antes del inicio de los trabajos, y fue evidente su intención de enviar un mensaje de unidad de propósito.
Ese objetivo surge como respuesta a la percepción de que la contraparte estadounidense puede recurrir a propuestas que favorecerían a uno u otro, provocando una división entre los dos. Ejemplos de ello podrían darse en los temas ambientales, el manejo de los tipos de cambio entre las monedas, las reglas de origen para admitir componentes provenientes de Asia, y las regulaciones de protección laboral aplicadas.
En esos y otros asuntos, como la propiedad intelectual y el comercio digital, las prioridades de México y Canadá no son necesariamente las mismas.
A final de cuentas, una cosa es clara. Los EE.UU. no van a aceptar como satisfactoria ninguna renegociación que no conduzca a reducir el déficit comercial que hoy en día tiene con sus dos socios. Poco importa que con el acuerdo se haya cuadruplicado el comercio trilateral en veinte años. Lo que los EE.UU. ven es que mientras el comercio de México se multiplicó por siete y el de Canadá por tres, su déficit es hoy seis veces mayor.