Diario Libre (Republica Dominicana)
TODAS LAS COMEDIAS NO SON ‘IGUALES’
EN ESTA SECUELA LAS MUJERES ASUMEN EL PROTAGONISMO
SANTO DOMINGO. Esta semana a las salas de cine llega la comedia “Todas las mujeres son iguales”, secuela de la producción “Todos los hombres son iguales”, y aunque comparten títulos similares y otros puntos en común, hasta ahí llegan las similitudes, porque en este filme ellas toman las riendas de la historia y la hacen suya.
La historia inicia en un velorio donde Yoli conoce a tres mujeres cuya situación sentimental es similar a la de ella, congenian inmediatamente y deciden irse a Casa de Campo a pasar unos días alejadas de los hombres en sus vidas, pero ellos no saben cómo reaccionar ante este acto de independencia de sus parejas.
Del elenco del primer filme regresa Nashla Bogaert en el papel de Yoli y Frank Perozo en el papel de… bueno, si aún no ha visto la película es mejor no arruinar esa sorpresa. Ellos están acompañados de otros veteranos del género de la comedia dominicana como Cheddy García, Kenny Grullón y Yasser Michelén, además de las actrices Iris Peynado y Lía Briones, y los artistas urbanos Vakeró, Melimel y N- Fasis.
Aunque los personajes de Bogaert, García, Peynado y Briones son el eje principal de la historia, el filme también le dedica tiempo al desarrollo de los personajes de Perozo, Grullón y Michelén, además de que algunos de los personajes secundarios son responsables de las escenas más graciosas de la película (no seremos más específicos para no arruinarle los chistes a quien aún no ha ido al cine).
“Todas las mujeres son iguales” es un filme dirigido por David Maler, codirector y coguionista del drama “Reinbou”. En esta ocasión Maler dirige una comedia basada en un guión que coescribió junto a José R. “Pascal” Alama, quien también es productor de esta película y productor general de Bou Group.
A diferencia de “Todos los hombres son iguales”, película basada en una producción española del mismo nombre, el guión escrito por Maler y Alama es original y cuenta con un humor más “pronunciado” que la película anterior.
En otras palabras, a pesar de compartir un nombre similar con la producción que la precedió, “Todas las mujeres son iguales” tiene su propia identidad y lo ideal sería irla a ver este fin de semana a una sala de cine antes de que alguien le cuente (o le arruine, todo depende de su punto de vista) los mejores chistes de esta película.