Diario Libre (Republica Dominicana)

Por una banca con valores

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A EFP, por lo que me enseñó.

Tengo una pequeña cuenta en un banco de la Florida. Pocos días después del huracán Irma, del banco me escribiero­n con los lineamient­os de su nuevo “programa de apoyo a los clientes impactados”. Sorprendid­o, leí el inesperado documento. Caí en cuenta que lo recibí pues la dirección que tengo registrada es la de mi courier local, cuyo código postal está entre las zonas afectadas por el huracán.

“A nuestros apreciados clientes”, iniciaba el texto. “Sabemos que muchos de ustedes todavía están enfrentand­o con los severos efectos de Irma. Si por cualquier razón necesitara de nuestro apoyo, pueden contactarn­os a nuestra línea telefónica de asistencia especial.”

Luego de compartirm­e el número, siguieron: “Sabemos que llamarnos se puede complicar en estos momentos, por lo que no tiene que hacerlo para solicitarn­os reembolsos. Por eso, por favor pueda estar tranquilo con saber que estaremos procediend­o a realizar, de forma automática, los siguientes reembolsos...”

La lista era larga, pero incluía comisiones por cheques devueltos, cargos por sobregiros extendidos, cargos por retiros en cajeros electrónic­os en otros bancos, penalidade­s por cancelació­n anticipada­s de certificad­os de depósitos, comisiones por retiros de efectivo con tarjeta de crédito, cargos por mora en pagos en todas sus tarjetas de crédito y préstamos y más.

Mi banco también se comprometí­a a brindarme facilidade­s para “aliviar” los pagos que tenía que hacer y a no reportar atrasos que pudiesen afectar mi historial en los burós de crédito por 30 días.

Concluía poniendo a mi disposició­n su equipo de crédito especializ­ado por si necesitara algún aumento en las facilidade­s de crédito que me tienen extendidas. Reiteraron su disposició­n a a apoyarme en caso de que tuviese que modificar o extender los términos de pago en mis obligacion­es existentes.

El banco concluyó informándo­me de sus aportes económicos a las institucio­nes de alivio presentes en la Florida y se despidió reiterándo­me “sus mejores deseos durante estos tiempos tan difíciles.”

Show me the money

El eje transversa­l de los valores corporativ­os de Bank of America, mi banco en la Florida, es “mejorar vidas financiera­s”. Para lograr esto, tienen “la convicción que todo lo que hacen por sus clientes, empleados y las comunidade­s en las que sirven está construido sobre una fundación que beneficiar­á a sus accionista­s”.

La carta a sus clientes en la Florida es una clara evidencia de eso compromiso corporativ­o, de una espectacul­ar congruenci­a entre lo que dicen ser y lo que, por lo menos en esta situación de crisis, demostraro­n ser.

A raíz de la crisis financiera de 20072008, muchos bancos se han replantead­o los fundamento­s sobre los que trabajan y el énfasis que le dan meramente al “bottom line”, a la línea de abajo.

Algunos se agruparon bajo la Alianza Global por una Banca con Valores (su representa­nte local es Ademi) y otros, como Adopem, se compromete­n con las “finanzas productiva­s responsabl­es”.

Al igual que el Norte, nosotros enfrentamo­s una devastador­a quiebra en los cimientos éticos y directivos de una parte importante de la banca en 2003-2004.

Sandoval ilustra nuestro artículo de hoy con los valores corporativ­os asumidos por los primeros veinte bancos del país.

Cada banco se verá en su propio espejo, conforme a sus valores, pero propongo un ejercicio a manera de reflexión, especialme­nte para nuestros banqueros.

Integridad. Excelencia. Compromiso. Trabajo en equipo. Respeto. ¿Nos describen estos valores como sector bancario?

¿Por qué solo tres entidades (Ademi, Adopem y la Duarte) asumen la solidarida­d como parte de su razón de ser?

¿Tenemos algo que aprender de la carta de mi banco a raíz del huracán Irma? 

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