Superioridad artificial

Los nuevos equipos tomarán iniciativas propias sin esperar instrucciones

No basta que sean inteligentes. Se les exige cada día más y encima de eso se quiere que sean baratos. De acuerdo con reportes sobre las perspectivas del sector, los teléfonos inteligentes pronto serán reemplazados por otros aun más capaces. Estos últimos serán tan inteligentes que merecen se les distinga de sus predecesores. Se habla de superteléfonos, según los describe la compañía Huawei, y la carrera por ser pionero en su desarrollo comenzó hace ya un tiempo.

Las compañías embarcadas en esa carrera pertenecen a un reducido grupo de naciones, lideradas por China, los EE. UU. y Corea del Sur. Países como la República Dominicana se encuentran al margen de esa contienda, actuando a lo sumo como proveedores de materias primas o de algún componente dentro de la cadena de producción. Carecemos de las más elementales condiciones para insertarnos de forma significativa en el proceso, desprovistos de los conocimientos, destrezas y centros de investigación requeridos para poder competir. Somos solamente usuarios de los equipos que van saliendo al mercado, simples espectadores de los admirables adelantos que otras naciones producen.

En la base de los futuros superteléfonos está la muy mencionada inteligencia artificial, de la que mucho se habla sin que su alcance y consecuencias finales hayan sido comprendidos del todo. Cuenta para su desarrollo con las grandes inversiones que se están llevando a cabo, aparte de una inmensa masa de usuarios de teléfonos móviles, cinco mil millones por todo el mundo, muchos de ellos ávidos por probar dispositivos novedosos. Los nuevos equipos tomarán iniciativas propias sin esperar instrucciones, reconocerán personas, contestarán mensajes, concertarán citas, dirigirán automóviles, controlarán electrodomésticos, sugerirán soluciones a problemas, registrarán eventos y aprenderán de ellos. 