Las pensiones públicas

Sr. Presidente, como es bien sabido por todos, la situación económica del país está muy difícil y más aun para aquellos que no tienen un ingreso fijo para solventar sus necesidades. Todavía peor cuando se trata de personas que ya han sobrepasado los cincuenta años de edad, que no sabemos qué hacer para suplir nuestros medicamentos, alimentación y pagar los insumos básicos de un hogar (agua, luz, teléfono, cable, etc. ).

Es por ello Sr. Presidente que le solicitamos encarecidamente que a esas solicitudes de pensión que reposan en su despacho, les de salida para que el año que se aproxima nos entre lleno de alegría y se haga lo que hasta ahora no se ha hecho.

Quiero expresarle en nombre y representacion de todos los que tenemos dicha solicitud, los que en nuestra juventud dimos toda nuestra capacidad y fortaleza trabajando para el gobierno para que a nuestra edad seamos recompensados con una pensión digna, adecuada a los tiempos que vivimos.

Sr. Presidente la pensión que solicitamos es por los años ininterrumpidos que estuvimos trabajando, con celo, dedicación, esfuerzo y puntualidad frente a la cosa pública. En sus manos está nuestro destino.

Atentamente, J.frías

Tengo un año y cinco meses gestionando la pensión que por cumplir con las exigencias de la ley 379/81, de antigueda en el servicio público tengo derecho. Lo primero que tuve que hacer fue trasladar de mi AFP mis ahorros al Ministerio de Hacienda y ahora,ni tengo ahorro con el que pude haber emprendido un pequeño negocio para ganare la comida, ni sé cuándo el presidente se dignará a firmar el decreto que oficializa mi esperada pensión. Tengo 67 años, perdí 7 años de cobro de la pensión, el Estado no lo retorna, son irrecuperables. Señor presidente tenga compasión con envejecientes que dieron y sirvieron los mejores años de su vida a su patria, que esperan este derecho adquirido para pasar los últimos años de su vida de manera menos mendigante y calamitosa. Jesús Ramírez Envíe sus cartas a: cartaalpresidente@diariolibre.com