Diario Libre (Republica Dominicana)
La independencia no declarada
Elecciones el 21 de diciembre en Cataluña, España. Elecciones con garantías democráticas. Elecciones para devolver el autogobierno de Cataluña con respeto a la oposición, a los ciudadanos y a las instituciones. Esto es sencillamente lo que el artículo 155 de la Constitución que el presidente español Mariano Rajoy ha aplicado en Cataluña. Devolver a los ciudadanos catalanes la seguridad de vivir dentro de la ley, en España y en la Unión Europea. Es decir, volver a donde estaban hace tres meses. Recuperar el autogobierno que la Constitución española reconoce a esta autonomía y que estaba siendo usurpado por un gobierno regional elegido por los votantes, sí, pero que se había saltado sus propias leyes para imponer una supuesta independencia.
Estos meses de irracionalidad en Cataluña han desnudado una realidad insólita para muchos. Los catalanes no independentistas han perdido el miedo a hablar. Se ha hecho imposible disimular el adoctrinamiento en las escuelas. Los “indepes” han visto cómo las empresas catalanas, algunas centenarias, han huido en busca de seguridad jurídica. Y han podido ver el rechazo internacional a su proyecto (excepto, claro, el entusiasta apoyo del inefable Maduro).
No hay mucho mérito en declarar una independencia que nadie va a reconocer y que el gobierno central va a hacer el favor de anular. A fin de cuentas, aplicando el artículo 155, a Carlos Puigdemont se le ha solucionado el gran problema. Una Cataluña fracturada socialmente, con las empresas en desbandada y la decidida oposición de la Unión Europea es inviable y ellos lo saben. Declarar la independencia con la seguridad de que la van a anular es una frivolidad. Otra más. Iaizpun@diariolibre.com