Impuestos

Normalmente estamos en campaña. Cuando no es formal, es interna. Cuando no es de frente, es por la espalda. El caso es que nunca es el momento electoralmente adecuado para un ajuste a los impuestos, aunque las fuerzas vivas coincidan en que hay que hacer una reforma.

Tenemos siempre pendiente el pacto fiscal. Es como un moscardón que zumba en nuestro ánimo. Sabemos que viene por ahí, pero no por dónde va...

Lo dijo Magín Díaz en Diario Libre: “La tasa del ITBIS está por encima del promedio de América Latina, el promedio es 15 o 16, estamos en 18; el del Impuesto Sobre la

Renta es 25 y estamos en 27; la tasa de los combustibles y otros selectivos como el alcohol y cigarrillos es más alto que el promedio, no hay margen para aumentar, esa es la realidad”. ¿Dónde van a buscar el dinero? La evasión en ITBIS es del 43%, calculaba el director de la DGII. Nunca se cumplió el objetivo de instalar 100,000 impresoras fiscales. Solo llegaron las suficientes para cubrir los grandes establecimientos, que son los que siempre pagan.

Ayer, el Bloque de Comerciantes Detallistas de la zona Norte-noroeste declaró que “debido a la gran unidad que existe entre los comerciantes de esta provincia, no se han podido instalar las impresoras fiscales que impulsa el Gobierno Central.” Aparentemente esta asociación entiende que el pago de impuestos es todavía opcional. Si a usted no le apetece pagar... ¿se une a los de su gremio y la DGII no tiene nada que hacer? ¿Siempre habrá un buen ciudadano al que exprimir y que pague por los dos?

Los impuestos se llaman así porque hay que imponerlos... a todos. Si además de que los servicios que recibimos son deficientes, sabemos que los evasores se ufanan... el pacto fiscal va a encontrar resistencia. Quizá el que paga siempre ya no pueda o no quiera más.