Olvide a Trujillo y Balaguer

La población vio con mucho agrado la erradicación de algunas prácticas propias del régimen de Trujillo y de los 12 años de Balaguer. Hoy estamos en una nueva sociedad que demanda más modernidad, transparencia y eficientizar el gasto público.

Entre las malas prácticas del pasado y que les sugerimos que adopte: - no asistir a cuantas inauguraciones le inviten tanto el sector público como privado, - no inaugurar obras con bombos y platillos que luego no estén disponibles a la comunidad, - cuando destituya a un director o ministro colocarlo de asesor del Poder Ejecutivo, - perpetuarse en el poder mientras respire, -usar el palacio nacional para hacer pronunciamientos y/o reuniones partidistas, - actuar conforme a los procedimientos de prevención de la corrupción antes de que le exploten en las manos, - estar en sintonía con la ciudadanía en un li- derazgo horizontal donde el pueblo pueda interactuar con usted como un ciudadano normal.

A la gente lo que hay que garantizarle son servicios públicos eficaces, priorizando seguridad, justicia, educación y salud, dotarla de empleo, con sueldos adecuados para que vivan dignamente. Si los dominicanos pagamos impuestos religiosamente, tenemos derecho a demandar uso eficiente y transparente de los recursos.

Conviértase en un presidente de prácticas modernas; desaprenda el balaguerismo tradicional, (el PLD de hoy está mucho más cerca del reformismo que de los ideales políticos que dieron origen al PLD de Juan Bosch). La ciudadanía quiere volver a Bosch y dejar en el pasado prácticas trujillistas y balagueristas.

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