CLÁSICOS DEL SABOR

Conoce por qué el Mesón de la Cava es una insignia de la gastronomía criolla

SANTO DOMINGO. Otto Ricart es el optimista de tres amigos que hace 50 años planearon incursionar en el negocio de los restaurantes, y que hoy en día cuenta, con gran entusiasmo y un rostro que revela su satisfacción, la historia del Mesón de la Cava.

“Aquí mismo nos reunimos los tres y diseñamos lo que ves”, dice don Otto. “Es un singular restaurante, que ha sabido adaptarse a las novedades del mundo de la gastronomía en una cueva, una caverna natural de piedra caliza creada por la acción de las olas cuando hace muchos años atrás la costa abrazaba este acantilado”.

¿Pero a qué se debe la acogida de los clientes por tantos años? A la persistencia. Así lo señala su propietario, quien afirma que hay que tratar que un día sea mejor que el anterior y que el cliente es lo primordial. “Aquí si a ti no te gusta un plato, te lo cambiamos. Con esto no se pierde, se gana. No se puede ser mezquino con los clientes; éste lo percibe”.

De su decoración resalta la influencia del arte y la cultura taína, con piezas que permanecen intactas en su interior. Estas se mezclan con una fina mantelería, velas y lámparas de luces tenues.

Su cocina

El menú del Mesón, compuesto por unos 60 platos, pasa por pruebas diariamente. La especialidad es ecléctica, con tendencias de la cocina española, aunque se dejan influenciar por las raíces francesas y un poco de la gastronomía americana.

Una acogedora terraza invita a disfrutar de un cálido ambiente entre árboles verdes entretejidos en sus piedras calizas. Cuenta con un menú casual para los que gustan de las tardes relajadas y de un buen trago.

Una novedad se puede ver a su entrada con el Impromptu, un espacio diseñado para celebraciones. Sin embargo, sus instalaciones se prestan para todo tipo de eventos con capacidad para 500 personas.

Por su historia de servicio y su oferta culinaria, el Mesón de la Cava es un clásico del sabor dominicano. 

JHON ESCALANTE En la hermosa caverna se encuentra el restaurante, el cual no permite grandes diseños decorativos; sus atributos naturales lo convierten en un lugar idílico para disfrutar de su comida.

Otto Ricart y Ricardo Jorge definen el Mesón de la Cava como “uno en un millón’’.

Paella Marinera Su plato más famoso es la paella, de la cocina de autor, elaborada con langosta, camarones, almejas, mero, chipirones y cocinada con arroz corto tipo bomba para mejor degustación.

Ubicación. Cada señalización indica sus espacios. Los visitantes sólo deciden dónde pasarla mejor.

Terraza del Mesón. Un espacio dotado de una exótica y tropical vegetación.