Fatalidad comercial

La mayoría de los economistas considera que el libre comercio es preferible al proteccionismo

Sin estar necesariamente convencidos de que todas las naciones involucradas serán beneficiadas en igual medida, y siendo conscientes de que habrá sectores económicos en cada país que probablemente saldrán perjudicados, la mayoría de los economistas considera que el libre comercio es preferible al proteccionismo. Y asegura también que un déficit comercial no es sinónimo de catástrofe, poniendo como ejemplo conceptual a un país cuyo déficit obedezca a que está importando maquinarias y equipos, que luego le servirán para aumentar su productividad y sus exportaciones, cerrando eventualmente dicho déficit. Ese ejemplo pone de manifiesto que la composición del intercambio puede ser relevante para el debate acerca del libre comercio, y así está siendo actualmente en los EE.UU.

Aunque tiene déficits comerciales con muchos países, el que tiene con China, ascendente a US$375 mil millones el año pasado dentro de un total global de US$566 mil millones, ocupa un lugar especial en la agenda proteccionista. Esto así pues no sólo es muy cuantioso, sino que además involucra bienes de mala calidad. Herramientas que se rompen, juguetes que envenenan niños, adornos que se descoloran, lámparas que estallan y aparatos eléctricos que se queman. Ésos y otros episodios robustecen la convicción de que los consumidores están siendo engañados por los exportadores chinos, con la complicidad de empresas estadounidenses ávidas por ganar más dinero, habiéndoseles hecho creer que esos productos chinos eran equivalentes a los que antes se fabricaban en los EE.UU.

Esa opinión es compartida nada menos que por el asesor comercial del presidente Trump. Educado en Harvard, Peter Navarro es el autor de un libro titulado “Muerte por China” en el que acusa a ese país de inundar los mercados mundiales con una variedad de productos, alimentos y medicamentos rompedores de huesos, cancerígenos, inflamables, venenosos y letales de una u otra forma.