Diario Libre (Republica Dominicana)
Un sistema en reformas por 9 años
En 2009, en medio de una cadena de escándalos relacionada con la alteración de identidades, la MLB comenzó con el prospecto Miguel Ángel Jean Sanó a realizar pruebas de ADN y huesos para comprobar la edad y vínculos sanguíneos de los jóvenes con la documentación que presentan.
Un año después, Sandy Alderson (actual gerente de los Mets) aterrizó en el país en medio de grandes protestas de entrenadores y autoridades con una hoja de ruta que buscaba erradicar prácticas irregulares y organizar una industria millonaria.
Esto incluyó traer al país el sistema de evaluación MLB Scouting Bureau, crear una base de datos para aquellos jugadores que aspiraran a firmar y que permita una depuración, pruebas de dopaje y medidas más estrictas para acceder a las academias a presentar jugadores.
En 2012 entró en vigor una tabla que establecía límites en los montos que los equipos podían destinar para las firmas, acompañado de sanciones para aquellos equipos que violaran estas reglas, que incluyen hasta limitar a US$300 mil el máximo que pueden entregar por dos años. Sin embargo, el sistema presenta orificios que son explotados por los actores del sistema (equipos y entrenadores), lo que ha creado la percepción en la MLB de que se requieren ajustes previo a la llegada de las negociaciones para un nuevo acuerdo laboral en 2021, cuando podría volver a la mesa la instauración de un posible sorteo internacional, visto en Latinoamérica como el “Diablo a la cruz”.