Diario Libre (Republica Dominicana)
Los escollos para producir en el campo
Los bajos salarios golpean a los obreros de la agropecuaria y los productores y exportadores hacen frente a situaciones como los cambios de las condiciones climáticas y los financiamientos limitados para mantener su producción.
SD. En las actividades agrícolas de la República Dominicana hay unos 177,799 productores y más de 30 millones de tareas dedicadas a la agropecuaria. Los bajos salarios golpean a los obreros del agro y de la ganadería y los productores y exportadores hacen frente a situaciones como el cambio climático y las limitaciones en el financiamiento.
El trabajo en el campo, tan antiguo como la cultura nacional, mantiene innumerables retos. No han bastado las 203 visitas a 1,567 proyectos realizadas por el presidente Danilo Medina en el territorio dominicano. Tampoco la inversión de más de RD$33 mil millones ejecutada en los últimos seis años. Falta más.
En las actividades agrícolas y agrónomas de República Dominicana hay 177,799 productores y más de 30 millones de tareas de tierra dedicadas a la agropecuaria. Solo el sector agrícola representa alrededor del 6.5% del Producto Interno Bruto (PIB), constituye cerca del 21% del ingreso por exportaciones y más del 31% del empleo nacional. El país tiene el potencial para producir cacao, banano, habichuelas, café, aguacate y hacer otros cultivos.
Aunque el gobierno dominicano declaró mediante el decreto 43717, el 2018 como Año del Fomento a las Exportaciones, las quejas de los productores denotan que es necesario continuar desarrollando nuevas políticas para el campo con miras a aumentarlas.
Los cambios de las condiciones climatológicas forman parte de los principales retos del sector. El país experimenta episodios de sequía tan intensos como las precipitaciones que se han duplicado en los últimos 40 años y con ellas las amenazas al sector.
Desde hace dos décadas, la nación se encuentra dentro de los diez países del mundo más afectados por eventos climáticos extremos, por lo que desde 1997 a 2016 ha perdido más de US$243 millones, según el Global Climate Risk Index 2018.
En los registros más recientes se estima que, en conjunto, las lluvias de noviembre de 2016 a abril de 2017, y los huracanes Irma y María, provocaron pérdidas que ascienden a unos RD$49,837.41 millones, equivalentes a US$1,044.37 millones. Esta merma representa un 7.98% del gasto público presupuestado para 2017 y el 1.5% del PIB de 2016. Del total perdido, RD$4,993.14 millones corresponden a la agricultura.
Solo las inundaciones dejadas por el huracán María afectaron 790,781 tareas de cultivo. Las producciones más laceradas fueron el banano, arroz, pasto para ganadería y cacao y estuvieron centradas en Mao, Montecristi, La Vega, Moca, Espaillat, Nagua, Samaná, Sánchez Ramírez y Bajo Yuna.
En 2010, varias regiones agrícolas reportaron graves pérdidas debido a las severas condiciones de la sequía. Durante este evento la producción a nivel nacional disminuyó entre 10% y 15%.
Aunque las variaciones en las condiciones climáticas son el mayor riesgo que enfrentan los productores, hay otros elementos que también ponen en peligro la armonía de la producción en el campo y en la elaboración del banano y el cacao orgánico, ambos líderes mundiales de exportación, este medio identificó varios de ellos.
Banano: líderes a tropezones
La República Dominicana es el mayor productor mundial de banano orgánico, lo cual representa más del 55% de la producción mundial de este rubro. A pesar de ese título, los productores se quejan del escaso apoyo que reciben de un Estado al que ven como un enemigo, y enumeran los motivos de sus quejas.
1. El Código de Trabajo les exige un 80-20 (mayoría de empleados dominicanos y minoría haitianos) que no pueden cumplir: “Si llega un inspector del Ministerio de Trabajo y ve que estás violando esta parte de la ley nos aplica una multa de 10 a 14 salarios mínimos, aproximadamente 95 mil pesos, o el inspector nos dice que podemos resolverlo con dinero por debajo”, revela un productor de banano cuyo nombre nos pide omitir.
Desde su finca en Valverde, Mao, explica que se les hace difícil cumplir la cuota porque los dominicanos no quieren trabajar en el campo, por lo que necesariamente han debido emplear haitianos, su principal mano de obra. La otra opción sería parar la producción del rubro.
2. Recogidas de haitianos con y sin papeles: “Todos los haitianos deben cumplir con las exigencias del Plan de Regularización. Si viene la guardia y aparece uno sin papeles los montan a todos y se los llevan. Entonces hay que parar el proceso, no tienen que ver si el barco me está esperando para exportar el producto”, comentan.
3. El pago de impuestos: “De combustibles, del material que utilizamos, por algunos debemos pagar un 24% de ITBIS (Impuesto sobre Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios) por su importación”.
5. Un seguro agrícola contra los desastres ambientales con un manejo deficiente: “Todavía desde el huracán Irma, ocurrido en septiembre pasado, hay productores a los que el seguro no les ha pagado. Pero además, solo cubre un 10% de la pérdida que enfrente el productor”.