Diario Libre (Republica Dominicana)
Carga deudora
El peso de la deuda pública figura entre los asuntos más mencionados acerca de la economía dominicana. De particular inquietud es su componente expresado en moneda extranjera, pero la porción en pesos tampoco deja de motivar acaloradas discusiones. Como preocupación central figura si la deuda es sostenible o no, en cuanto a si es factible hacer frente a los compromisos derivados de ella sin afectar el crecimiento de la economía y la estabilidad macroeconómica de la que el país ha disfrutado.
En especial, se hace mención de la tasa a la que la deuda pública ha venido aumentando, habiendo pasado desde 32.5% del PIB en el 2008 al 49.1% en el 2017. Tal ritmo de expansión provoca el temor de que el comportamiento que ha venido mostrando nuestra economía, con una notable estabilidad de precios y uno de los más elevados crecimientos de la región, pueda estar condicionado a dosis recurrentes de incrementos netos en la deuda, sin los cuales quedarían alterados sus fundamentos. Un escenario adverso, dominado por alzas en el precio del petróleo y en el costo de los préstamos, complicaría aún más la situación.
Son aprensiones legítimas. Sin que justifique descartarlas, sin embargo, hay que ver lo que sucede en otras naciones. En Brasil la deuda pública anda por el 75% del PIB, mientras México y Colombia tienen niveles similares al nuestro. La de Costa Rica muestra un ritmo de expansión aún más acelerado que el de la deuda dominicana, subiendo desde el 38.0% del PIB en el 2008 a más del 60% el año pasado. Otros países de la región, por el contrario, tienen porcentajes más bajos, como sucede con Perú, Chile y Ecuador.
Pero donde los niveles de deuda pueden ser astronómicos es en algunos países desarrollados. En el 2017 la de Japón llegó al 253% del PIB, la de Grecia tocó el 177% y la de Italia se mantuvo en el 132%. La de los EE.UU., en el 105%, va en aumento, y el FMI estima que superará a Italia dentro de