Diario Libre (Republica Dominicana)
Prisma deudor
América Latina se beneficia cuando la demanda por su exportación aumenta
Las deudas pueden trastornar la forma en que reaccionamos a las cosas que pasan. Luego de que estamos atrapados en el ciclo de pagar con más crédito los montos que van venciendo, nuestro estilo de vida depende del costo y de la posibilidad de conseguir los nuevos préstamos. Consideramos adverso e inquietante cualquier evento que dificulte o encarezca esos financiamientos adicionales.
Desde hace mucho tiempo venimos escuchando que el dinamismo de la economía estadounidense es vital para el crecimiento de los países ubicados dentro de su esfera de influencia. Las economías latinoamericanas, en particular, se benefician cuando la demanda por sus productos de exportación aumenta. Siendo los EE.UU. el principal mercado mundial en términos globales, el incremento en sus compras resultante de su mayor dinamismo implica mayor demanda por los bienes y servicios producidos en la región.
Pero algo está sucediendo que hace que en Latinoamérica la fortaleza actual de la economía de los EE.UU. sea fuente de gran inquietud, en lugar de servir como causa de celebración. Igual que como ocurre con las deudas personales, es el endeudamiento de nuestros países el motivo de que lo que debía ser visto como bueno sea considerado malo.
La razón detrás de esa aparente paradoja hay que buscarla en la política monetaria. Fueron las emisiones de dinero y la política de tasas ínfimas de interés aplicadas por el banco central de los EE.UU., las que facilitaron a las naciones latinoamericanas aumentar sus niveles de endeudamiento. Ahora ese banco interpreta la robustez de la economía estadounidense como señal para elevar las tasas de interés y empezar a retirar las enormes sumas de dinero que puso en circulación. Al hacerlo, provoca que los valores emitidos por el gobierno y las corporaciones de los EE.UU. sean más atractivos para los inversionistas, y a la vez hace que para Latinoamérica sea más costoso endeudarse. De ahí la gran preocupación.