Diario Libre (Republica Dominicana)
El 7-1 todavía permanece en la cabeza de la selección de Brasil
Sus propios fanáticos le recordaron la pesadilla que vivieron en el 2014
RÍO DE JANEIRO. Durante un entrenamiento reciente, los jugadores de Brasil abandonaban la cancha de prácticas. De pronto, un grupo de hinchas disgustados dejó claro que muchos recuerdan todavía lo ocurrido hace cuatro años.
Los fanáticos comenzaron a corear “7-1”. El marcador de aquella derrota ante Alemania en Belo Horizonte el 8 de julio, en las semifinales del Mundial del que Brasil era anfitrión seguirá rondando como un fantasma por todos los lugares que la selección visite en Rusia, especialmente para los jugadores que formaban parte de aquel plantel.
Pero el Brasil actual es muy distinto al que se estrelló como local en 2014. Tras una serie de cambios implementados por el seleccionador Tite desde 2016, el ascenso de nuevos astros y la consolidación de los anteriores, el equipo pentacampeón del mundo no parece temer a los rivales, y acepta gustoso la etiqueta de favorito.
Después de oír el coro de “7-1” en el campo de entrenamiento en Teresópolis,
Mario Zagallo, cuatro veces monarca mundial, manifestó su optimismo de que aquella humillación termine por fortalecer a Brasil.
“Aquel 7-1 dolerá por siempre”, comentó Zagallo, de 86 años, en declaraciones a The Associated Press. “Pero Tite y Neymar nos dan esperanza de nuevo”.
Tras dos años aciagos bajo las órdenes de Dunga, tomó las riendas Tite, cuyo nombre real es Adenor Bachi. El entrenador, conocido por sus tácticas modernas, por imponer disciplina y por adoptar posturas de predicador para convencer a sus jugadores, constituye el motivo principal por el que Brasil ha mostrado madurez en el intento por dejar atrás la humillación ante Alemania.
Cambiar el panorama
Brasil planeaba llevar a Rusia sólo a siete de los 23 jugadores que fueron abochornados en casa hace cuatro años. Pero el lateral derecho Dani Alves quedó descartado por lesión. Así, sólo Marcelo, Fernandinho, Willian y Paulinho pueden hablar de lo ocurrido en la cancha aquel fatídico día. Neymar estaba lesionado de una vértebra y Thiago Silva se encontraba suspendido.
“Esa fue la peor noche de mi vida”, dijo Fernandinho la semana pasada, durante una entrevista en la TV de su país. “Pero ahora tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de intentarlo de nuevo. Y tenemos una gran oportunidad de terminar mejor”.
Pero muchos fanáticos siguen escépticos. Los gerentes de las tiendas han reportado bajas ventas de camisetas y banderas de Brasil. El motivo podría ser la larga crisis económica del país. Pero también podría estar en que los fanáticos no han recuperado la confianza en su selección.