Diario Libre (Republica Dominicana)
Mariana Rondón: Los sordos queremos ser independientes
Conforme a estadísticas del CONADIS, basadas en la Encuesta ENHOGAR 2013, en República Dominicana viven 97,735 personas con algún tipo de sordera
SANTO DOMINGO. Cuando era niña, Mariana vivía en una casa grande junto sus abuelos –ya jubilados entonces, él había sido contador y ella, profesora– en Higüey. Su madre trabajaba en Santo Domingo.
Rondón también rememora que le gustaba leer los Cuentos de Andersen inducida por su madre y que cuando estaba en sexto grado la profesora les dijo a los abuelos que notaba que la niña estaba perdiendo la audición porque tardaba en responder en clase.
—De ahí en adelante me llevaron a muchos médicos. Ninguno supo decir qué era lo que tenía–, dice luego de leer en la pantalla de un móvil la pregunta de cómo quedó sorda.
Aunque percibe que la situación ha ido mejorando y hoy los toman más en cuenta, Mariana deplora que aún muchas personas crean que los sordos son mudos –llamarles sordomudos, dice, es un insulto para ellos–.
Mariana trabajaba de manera informal –haciendo dulces o tejiendo redes de fútbol– hasta 2015, cuando asistió sin muchas esperanzas a una entrevista en la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos
(APAP), no solo por su sordera sino porque no tenía preparación en el área financiera. Para su sorpresa la contrataron y en junio cumplirá tres años en APAP.
—El trabajo que hago aquí armoniza perfectamente con mi condición de sorda, porque prácticamente tengo que trabajar con papeles y cuando vienen personas sordas pues yo las atiendo, explica.
—Yo no conocía la palabra discapacidad, no crecí así –confiesa Mariana–. Yo pienso que la discapacidad está en el cerebro de la gente.