Diario Libre (Republica Dominicana)
LA MÚSICA, EL CEREBRO Y LA SALUD
ONG Música en Vena traslada músicos a hospitales Es necesaria la armonía en ciertos contextos
ESPAÑA. La ONG Música en Vena traslada músicos de alta calidad al medio hospitalario y busca la interacción con los pacientes en las intervenciones terapéuticas para humanizar la asistencia sanitaria.
La relación entre la música y la salud es el tema central de la primera edición del Curso de El Escorial (Madrid, España) “La música y el cerebro, neurociencia de la música”, convocado por la Universidad Complutense de Madrid. En la entrevista concedida a Efe, su director, Yerko Ivánovic, declara que “el objetivo del curso es buscar una aproximación universitaria y comenzar a evaluar el interés para llegar a crear una escuela de la música y la salud”.
Creciente interés
El creciente interés de los estudios neurocientíficos ha llevado a la investigación de los efectos de la música en las intervenciones terapéuticas y a la creación de iniciativas que defienden el empleo de terapias con música.
En España, la ONG Música en Vena, colaboradora del curso, busca la humanización del entorno sanitario mediante la integración del músico en la asistencia hospitalaria.
Dar nombre a la emoción que despierta la música es complicado. “A la hora de buscar un nombre al sustrato anatómico, la mayoría de las emociones se localizan en el lóbulo frontal más medial; en la ínsula encontramos las emociones básicas, como el asco; y el miedo se vincula con la amígdala”, explica el músico y neurólogo del Hospital Universitario HM Puerta del Sur en Madrid.
“Cuando una canción tiene un cambio súbito de ritmo en un contexto placentero se percibe como algo alarmante”. Ivánovic aclara cómo el bienestar producido por la música se asocia a una región denominada núcleo accumbens, muy relacionado con la recompensa. Pero cuando en una canción escuchamos un escalón inesperado, nuestro sistema de alarma hace que se nos erice el vello y se descargue adrenalina. En ese caso, la amígdala comprueba que tras la sorpresa no ocurre nada y se produce el característico escalofrío.
No todos los géneros musicales actúan igual. “Es necesaria una armonía y un tipo de música en determinados contextos”, señala el compositor y pianista.
De acuerdo con los estudios del investigador en neurorehabilitación en el Instituto Santa Ana (Crotone, Italia), Francesco Riganello, la interacción de música tecno en pacientes con bajo nivel de conciencia ralentiza las ondas detectadas por encefalografía y los sume más en su estado de desconexión, mientras la música clásica consigue ritmos más rápidos y espabila el sistema nervioso.
“Aparentemente esto es una contradicción, pero la necesidad de armonía es algo agradable que el cerebro tiene una capacidad natural de identificar y beneficia al sistema nervioso”, apunta el neurólogo. No obstante, la variabilidad de respuesta emocional es un problema ya que depende del fondo cultural musical del individuo.