Emergencia nacional

¿Qué tiene que pasar para que se declare el estado de emergencia nacional? Suele asociarse a fenómenos naturales catastróficos. Pues bien, amplíen el concepto: la basura es una emergencia nacional.

Se denuncia desde hace décadas, nadie puede alegar desconocimiento. Los ayuntamientos de todo el país han frivolizado sobre el tema: alcaldes que llegaban a sus cargos con una flota de camiones propia, contratos con compañías internacionales que acaban indefectiblemente en los tribunales, comunidades irresponsables... Ha habido de todo, menos manejo escrupuloso y profesional.

¿Que hace falta un botadero? La orilla de la autopista es un lugar estupendo, pudo ser la deducción del alcalde de Villa Atagracia para montar el que adorna la vía...

¿Falta de presupuesto? Depende de cómo se mire. El programa Dominicana Limpia que absorbe recursos y duplica funciones, estudios y planes de los ayuntamientos en los que tiene previsto actuar, repartió equipos por más de 400 millones recientemente pero apareció vía nota de prensa una semana después del basural revelado por la tormenta Beryl. Esto no es un asunto de que uno o dos alcaldes recojan o que el Ejército saque a sus huestes a barrer una vez al año. Este es un problema ecológico nacional (y por tanto de todo el Caribe) provocado por la falta de educación, la corrupción administrativa acumulada, el desconocimiento y desinterés oficial, la ausencia de políticas y de sistemas articulados por profesionales técnicos del manejo de residuos con consecuencias para quien los ignore.

No hay que disfrazar el plástico en obras de arte o murales escolares. Eso pasaba hace 30 años. Hay que reducir, reusar, reciclar. El mantra de las 3R con el que organizaciones y personas han tratado de hacerse escuchar. Como en todo en la vida, la primera responsabilidad es individual. Si no cumple cada uno con su parte, la próxima riada será peor.