Diario Libre (Republica Dominicana)
Ingresar a Dominicana parturientas haitianas es negocio rentable
Pagan entre RD$5,000 y RD$10,000, según el destino Aprovechan atenciones gratis en hospitales de RD
Cientos de embarazadas indocumentadas procedentes de Haití cruzan la frontera cada año atraídas por los servicios sanitarios que ofrecen los hospitales dominicanos que, aunque muestran deficiencias, superan las precariedades de los de su país.
“Sonel” es una de esas mujeres. Con casi cuatro meses de embarazo, ingresó a la República Dominicana hace casi un año por la frontera con Dajabón. Aunque no portaba una visa eso no fue un impedimento para pasar por los controles militares y migratorios.
“Aquí me atienden mejor (en Dominicana) que cuando doy a luz en Haití”, dijo a Diario Libre la mujer procedente de Gonaïves que se auxilió de un buscón (potea) para penetrar a territorio dominicano sin documentos.
Pasó a pie el cruce limítrofe y pagó RD$500 a alguien que no identificó, a cambio de dejarla entrar sin documentos. Ya en Dajabón, abordó un autobús que la dejó en Santo Domingo. Por el viaje ilegal pagó RD$5,000 (US$100) que le abrieron paso para que no fuera revisada en los puestos de chequeo militar de la carretera.
Los traficantes de indocumentados aprovechan la precariedad de los hospitales en Haití para gestar un modelo de negocio para el cruce ilegal de haitianos que incluye a embarazadas.
En barrios dominicanos donde residen haitianos hay gente que tiene los contactos de buscones que organizan viajes para inmigrantes indocumentados. En los hospitales públicos también. En los pueblos fronterizos se puede hablar directamente con los “buscones” que aseguran traer a las embarazadas sin que haya inconvenientes. Los pagos por el trayecto oscilan, según zona de destino, entre los RD$5,000 (US$100) y RD$10,000 (US$200).
En octubre de 2017, el ministro de Defensa, teniente general Rubén Paulino Sem, informó del desmantelamiento de una red de militares y civiles que traficaba con embarazadas, luego de que una denuncia del exdirector del Servicio Nacional de Salud, Nelson Rodríguez, sobre viajes organizados para parturientas haitianas captara la atención pública.
“En toda la línea fronteriza hay redes, no solo de dominicanos sino de haitianos, que contratan autobuses”, dijo el ministro a Diario Libre. “En la zona norte, en Santiago; en la zona sur, en Barahona, alquilan vehículos por una semana, hacen el trasiego de las personas, las llevan a los hospitales, hasta Santo Domingo. Traían personas a dar a luz. En esa red se detectó que había militares, fueron sometidos a la Justicia y los militares fueron cancelados”. Sin embargo, Diario Libre no encontró el caso en los tribunales.
“Cuando vi esa noticia dije que eso es para tapar o callar boca y sacar el tema de los medios de comunicación”, afirmó un representante del Ministerio Público que pidió no identificarse, al referirse al anunciado desmantelamiento. “Todos los fiscales de las fronteras sabemos que eso es mentira, una falsa noticia”, dijo.
Luego de tres meses de reporteo, el equipo de investigación de Diario Libre pudo registrar la dinámica de las zonas fronterizas y que el tráfico de mujeres parturientas continúa.
El pasado 10 de agosto “Julie”, de 23 años, hizo el viaje ilegal con seis meses de embarazo. Completó un trayecto terrestre de 15 horas desde Gonaïves hasta Santo Domingo. No llevó un pasaporte visado. De esos asuntos migratorios se encargó un buscón haitiano al que su madre le pagó RD$7,500 (US$150) para que le organizara el circuito como ha hecho con otros indocumentados. Con tres días en el país, tenía pautado dar a luz en la misma maternidad donde lo hizo “Sonel”.
Un tío de “Julie”, que hacía de traductor cuando ella conversó con Diario Libre, contó que la pareja de su sobrina vive en el extranjero y el padre de la joven la maltrataba. Por eso su madre acordó traerla al país. “Hablamos con un tipo aquí (un haitiano); ese tipo siempre trae gente de allá para acá”, contó el pariente.
Uno de los modos de evadir el chequeo de las embarazadas es no bajarlas del vehículo en la frontera. El buscón o el chofer informa a las autoridades a quién transporta y paga por su entrada.
Otra forma es contactar a los motoconchistas que prestan servicio en los pasos fronterizos, quienes las esperan para su traslado. Así se ofreció uno en Jimaní quien notificó a un viajero que llegaba desde Haití que si quería cruzar a alguna solo debía diligenciar su llegada a la frontera. Una vez en el paso limítrofe, le haría las gestiones para que la dejaran entrar y para su posterior viaje hacia Santo Domingo o al hospital provincial. El servicio le costaría unos RD$5,000 (US$100).
Los partos
Desde 2007 el Ministerio de Salud Pública registra más de 205,000 partos de madres haitianas. Aunque la Constitución haitiana consagra el derecho al acceso a la salud, en los hospitales del Gobierno se cobra una cuota por servicios, que puede ir desde los 350 gourdes (RD$252) por una sonografía, entre 1,000 gourdes (RD$719) y 3,000 gourdes (RD$2,156) por un parto natural, a 10,000 gourdes (RD$7,187) por una cesárea.
En República Dominicana estos servicios los pueden recibir gratis a nivel público.
En la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia el personal de registro ha detectado mujeres que se prestan las tarjetas de control perinatal. También aparecen quienes ofrecen la misma dirección. Dos mujeres que dieron a luz el 26 de marzo pasado dijeron que residen en el número 10 de una misma calle del barrio Cristo Rey del Distrito Nacional. Cuatro días después otra parturienta dijo que vive en el número 5 de la misma calle. Al visitar los domicilios, se comprobó que en ninguno de ellos habitaban las pacientes.