Diario Libre (Republica Dominicana)
Debe ponérseles un EPD a dedicatorias
“La vida es corta. No hay tiempo como para dejar cosas por decir”
La Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) recibió ayer una misiva de Leonardo Matos Berrido declinando la dedicatoria del torneo otoño-invernal 2018-19.
Una sugerencia a la junta directiva de la Lidom, eliminen de su carpeta este anacronismo de viejo cuño.
Matos Berrido se retiró como presidente de la Liga Dominicana de beisbol, después de 26 años con una liquidación de RD$13 millones.
Las redes sociales llevaron la voz de protesta y los directivos de Lidom entendieron claro, bien clarito el mensaje.
Con el caso cerrado de la dedicatoria a Matos Berrido a jugar pelota el 13 de octubre.
En el Bingo, el 28 es el número de los locos y en el Santoral Católico el día de San Simón.
Sin embargo, el 28 de septiembre, de años diferentes, es un día de hechos de impacto en las Grandes Ligas, donde los protagonistas fueron Hack Wilson, Cubs; Nolan Ryan, Angelinos y Tony Gwynn, San Diego.
Hack Wilson, Cubs de Chicago, en 1930, cerró la cortina de la temporada de las Ligas Mayores, con sus carreras impulsadas 189, 190 y 191 en una victoria de 13×11 sobre los Rojos de Cincinnati para establecer récord en la Liga Nacional y que hasta hoy en día permanece intocable. Un día antes, Wilson bateó su jonrón 56 del año para establecer marca. Con Jackson Riggs Stephenson y Hazen “Kiki” Cuyler empujando cada uno 100 carreras, los Cachorros tuvieron el primer equipo de jardineros del Siglo 20 con 100 impulsadas.
Nolan –El Expresoryan, uno de los más grandes lanzadores derechos de todos los tiempos logró en 1974 el tercero de sus siete juegos sin hits y sin carreras,además de ponchar a ocho bateadores, mientras los Ángelinos de California derrotaron a los Mellizos de Minnesota, 4x0 en el estadio de Anaheim. El inmortal desde 1999 en Copperstown, debutó en la Liga Nacional el 11 de septiembre de 1966.
Tony Gwynn, símbolo de los Padres de San Diego, y uno de los más grandes bateadores en la historia de la franquicia, en 1997 logró promedio de .377 para conquistar su octavo título de bateo en la Liga Nacional. 10 años después (2007), Gwynn entró al Salón de la Fama de Cooperstown, junto con Cal Ripken hijo, de los Orioles de Baltimore. Duró 20 años con la franela de los frailes de 1982 a 2001 y en 19 de ellas consecutivas bateó sobre promedio de .300, lo que lo califica como uno de los mejores toleteros de las Mayores en todos los tiempos.
Mateo Rojas Alou, se retiró con promedio de .307, de por vida en 15 temporadas en las Grandes Ligas.
En 5,789 turnos,1,667 juegos, disparó 1,777 hits, con 236 dobles, 50 triples y 31 jonrones.