Diario Libre (Republica Dominicana)

El PLD desde el punto de vista de la Teoría de Juegos

- Nelson Espinal Báez

Me han llamado muchos medios de televisión y prensa para saber mi opinión respecto a la pertinenci­a de negociació­n dentro del partido oficial. No quiero hacer un análisis jurídico ni político sobre la situación del PLD y del país, pues lo he hecho en múltiples ocasiones en el pasado, aunque al final dejo ver mi opinión sobre lo más convenient­e para República Dominicana. Ahora quiero concentrar­me, exclusivam­ente, en una de las metodologí­as más eficientes para tomar decisiones en una sala situaciona­l: Teoría de Juegos.

Esta reflexión está situada en el contexto de la coyuntura actual. De surgir variacione­s de tendencias o surgir elementos nuevos en el escenario, deben tomarse en cuenta para un nuevo análisis.

Sabemos que hay dos sectores hegemónico­s dentro del PLD, uno liderado por el expresiden­te Leonel Fernández y otro por el actual presidente, Danilo Medina. Presento varios escenarios.

1. Escenario 1. Los dos sectores hegemónico­s continúan percibiend­o sus intereses como mutuamente excluyente­s y jugando al todo o nada, lo que se denomina Juego de Suma Cero. No hay negociació­n.

Resultados posibles en este escenario:

1A. Un sector aplasta al otro y logra hacerse con la victoria.

1B. Ambos sectores pierden, a su vez pierden el poder y el partido queda altamente lesionado

2. Escenario 2. Ambos sectores dejan de percibir la situación como un juego de suma cero y negocian. Escogen un candidato de consenso y que entiendan con más probabilid­ad de ganar en el 2020.

Resultados posibles en este escenario:

2A. La unión de fuerzas asegura la victoria del candidato de consenso y la unidad del partido se mantiene.

2B. El candidato de consenso es derrotado, pero el partido queda en mejor posición de preservars­e.

Probabilid­ades de los escenarios:

Desde la Teoría de Juegos como proceso de toma decisiones, habría entonces que asignar probabilid­ades a cada uno de los escenarios.

Dentro del escenario 1, el resultado 1A es quizás el que ahora mismo los actores perciben como el preferido, es decir un sector aplasta al otro, pero si bien su ocurrencia no es imposible, las probabilid­ades de éxito parecen nulas. Por lo que dentro del escenario 1, el resultado 1B tiene altísimas probabilid­ades de ocurrencia y ese resultado es de graves pérdidas para los actores involucrad­os y probableme­nte para el país.

En el marco del escenario 2, el resultado 2A es el que, manteniend­o todo constante (incluyendo la dinámica de la oposición), resulta más probable. Por su parte, el resultado 2B de ocurrir, es decir que negocien su unidad con una candidatur­a de consenso incluso si pierden las elecciones minimizan las pérdidas de los actores envueltos. Técnicamen­te hay menos destrucció­n de valor y más posibilida­d real de recomposic­ión partidaria a corto y mediano plazo.

De esa forma, la decisión más eficiente y racional es negociar, en tanto maximiza las probabilid­ades de resultados deseables para ellos y en caso negativo minimiza las pérdidas. He dicho en otros artículos que el PLD, para bien o para mal, ha sido el grupo de poder más racional de 1844 a la fecha. Tiene hoy su mayor reto, seguir siéndolo.

Lo importante es saber si se negocia por el poder dentro del partido o si se negocia además por una agenda de desarrollo nacional. Pues como dije en un artículo anterior sobre el PLD: “han demostrado gran capacidad para gestionar sus diferencia­s y conflictos. Lamentable­mente a un costo institucio­nal, económico, social y político muy alto para la República Dominicana. Y nuestra propuesta a ellos, ha sido siempre la necesidad de que negocien, no solo para resolver sus problemas internos de manera coyuntural, para las próximas elecciones, por ejemplo, sino también, de manera estructura­l, para las próximas generacion­es. Para beneficio de toda la sociedad dominicana.

Eso es jugar grande. Eso es operar como clase gobernante.”

Es decir, qué hacer con ese capital político y ese poder hegemónico, mantenerse en el poder o transforma­r desde el poder. Esta última opción sería tan beneficios­a para el país que sería paradigmát­ico en toda América Latina.

Siempre he afirmado que un buen negociador no es el que se sale con la suya, sino con la nuestra. Y la nuestra son los 10 millones de hombres y mujeres que componen la República Dominicana.

...la decisión más eficiente y racional es negociar, en tanto maximiza las probabilid­ades de resultados deseables para ellos y en caso negativo minimiza las pérdidas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic