Diario Libre (Republica Dominicana)
Carmina Burana, espléndido final de temporada
SANTO DOMINGO. El miércoles 31 de octubre, en el Teatro Nacional, termina la Temporada Sinfónica Otoño 2018, y lo hace con una cantata que es una joya, Carmina Burana, del compositor alemán Carl Orff (1895 –1982). La cantata forma parte del trípticotrionfi, Carmina Burana, es la primera y le siguen, Catulli Carmina y Trionfo de Afrodite
Para este magnífico cierre de una muy exitosa temporada, tendremos al frente de la Orquesta a su director titular, el maestro José Antonio Molina, y es que no es para menos. El Coro Nacional dirigido por el maestro Elionai Medina, un coro de niños y por supuesto tres maravillosas voces solistas, la soprano dominicana Paola González, el tenor colombiano Luis Carlos Luque, y el barítono puertorriqueño Ricardo Rivera. No podemos faltar.
Estrenada en Frankfurt en 1937, en la Alemania Nazi, la obra de Carl Orff es un éxito del repertorio contemporáneo. Pieza recurrente entre las orquestas y coros de todo el orbe, Carmina Burana también es presentada por los grandes ballets desde que el alemán Ernst Uthoff estrenó la versión coreográfica en 1953. Orff, vivió y trabajó en la Alemania nazi, y como otros compositores alemanes, fue acusado de colaborar con el régimen, al final de la guerra se le sometió a interrogatorios sobre su afiliación al nazismo, y salió sin problemas.
“O Fortuna, velut luna statu variabilis” (O Fortuna, eres variable como la Luna), así se empieza a dibujar el círculo de Carmina Burana. Una obra con la que unos van a sentir puro sexo, otros pura religión, un beso o una caricia. Cada cual va a recibir un mensaje distinto.
La cantata, compuesta de 24 o 26 cantos, basados en textos medievales profanos de los siglos, XII y XIII, descubiertos en el templo Benedictino de Benediktbeuern (del cual deriva el término Burana), eran versos rimados, la mayoría de ellos en latín y los restantes en alemán antiguo.