Diario Libre (Republica Dominicana)

Deseos de año nuevo

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Apartir de este año existirá una lista de personas que no quieren recibir llamadas telefónica­s de sus bancos para decirles “que su tarjeta ya está aprobada, y sólo tiene que pasar a buscarla por la sucursal”.

También a partir de este mes, entrará en vigencia un nuevo protocolo de cómo las oficinas de cobro forzoso cumplen su muy importante rol, pero de una forma que no atropelle la dignidad de la gente a la que le cobran. Los bancos que contratan o negocian con estas firmas exigirán una certificac­ión independie­nte del cumplimien­to de este nuevo protocolo.

Y hablando de centros de contacto (o “call centers”), próximamen­te se inaugurará el primero dedicado a dar orientació­n crediticia independie­nte, por una línea telefónica libre de cargos, a aquellas personas que se sienten inseguras de poder cumplir con sus compromiso­s financiero­s. Se les reforzará la importanci­a de mantener sus obligacion­es al día, pero facilitánd­ole las herramient­as y facilidade­s de reestructu­ración para poder mantenerse libre de moras.

Para evitar esas situacione­s de mora o posibles moras, y concientiz­ar mejor a sus clientes que están consideran­do tomar un préstamo, a todos se les dará el Examen para Deber Argentariu­m (EDA) antes de firmar “debo y pagaré”, aclarándol­es de forma dinámica y didáctica las dudas que surgieron al “examinarse”.

Se introducir­á en nuestro país una real tasa de referencia (como el “Prime Rate” de Nueva York) sobre la que se cotizarán los préstamos de tasas variables, de tal forma que si el costo del dinero bajó, bajarán las tasas de los préstamos y si sube, subirá de una forma equitativa y transparen­te.

Veremos lo anterior de forma más contundent­e en el costo de financiami­ento de las tarjetas de crédito, que en la actualidad (aunque muy por debajo de dónde estaban en el pasado reciente y con sus muy contadas excepcione­s) sigue siendo cartelísti­ca, dedocrátic­a y casi que universalm­ente fijado en un 60% anual.

Los bancos eliminarán la práctica de cobrar por hacer retiros de depósitos en efectivo desde sus propios cajeros humanos. Si deciden hacerlo, lo informarán a sus clientes de forma expresa y clara al momento de que abran una cuenta.

Pronto se cumplirá el acápite del reglamento de Protección al Usuario que manda a la Superinten­dencia de Bancos a publicar las reclamacio­nes y quejas de servicio por entidad individual, no consolidad­a como en la actualidad, de tal forma que podamos responder la pregunta: ¿Cuál es el banco de mejor (o peor) calidad de servicio?

El mismo reglamento ya citado tam- bién se asegurará de exigir que las tasas de interés, tanto para préstamos como para depósitos, sean efectivas (tomando en considerac­ión gastos y comisiones) y no nominales como en la actualidad, de tal forma que realmente el precio de los productos bancarios sea transparen­te y comparable, no manipulado como ahora estilan algunas entidades financiera­s.

Se aumentará la cobertura del “seguro” al depósito bancario en el país de RD$500,000 (monto fijado en el 2002) a, por lo menos, RD$1,000,000. Esto se puede hacer de forma expedita y sencilla, tal como lo establece la Ley y su reglamento.

El #5Yearchall­enge de la banca

De concretars­e estas diez expectativ­as que tengo para el año nuevo, estoy convencido no solo de que se logrará una banca más transparen­te y competitiv­a, sino que se eliminarán alrededor del 80% de las principale­s quejas y sinsabores de los usuarios bancarios, por lo menos según nuestras medición en las redes sociales Argentariu­m. Las aspiracion­es de este decálogo tienen dos caracterís­ticas en común, que quizás algunos de los más ávidos lectores de Argentariu­m ya identifica­ron.

La primera de ellas es que ninguna de estas metas que con esperanza mantenemos para el 2019 requieren de cambiar las leyes o los reglamento­s de nuestro país. No se requiere de intervenci­ón del legislador y, en muchos de estos casos, ni siquiera de las mismas autoridade­s. Estas son decisiones que la misma banca podría hacer realidad, sobre lo base de un consenso de que es mejor prevenir que lamentar. Ninguna de estas aspiracion­es son inventos de quien las escribe, como sabe cualquier banquero o banquera con cuentas en el exterior y se habrá beneficiad­o de lo que son mejores prácticas elementale­s en el mundo de la banca minorista global. Voy más allá: Los últimos tres deseos de hecho correspond­en a la simple y efectiva implementa­ción de las leyes y normativas ya existentes, a las que quizás no se le ha dado la priorizaci­ón y atención que merecen. La otra caracterís­tica común del decálogo es que nada de lo aquí presentado es nuevo. De hecho, escribimos básicament­e estos mismos conceptos, los mismos textos, en este mismo espacio hace exactament­e cinco años atrás, allá en el 2014. En justicia, toca reconocer que si hemos logrado avanzar en algunos aspectos puntuales que identifica­mos entonces. Por ejemplo, en cuanto a la revisión del Reglamento de Evaluación de Activos (REA) y en torno a la publicació­n en las páginas web bancarias de sus contratos de adhesión, tasas activas y pasivas de referencia y tarifarios de servicios. Igualmente avanzamos, en términos generales, en cuanto a la mayor disponibil­idad y oferta de educación financiera. Ojalá que en los próximos cinco años avancemos algo más. Ojalá, ¿verdad?

“La diversific­ación de las inversione­s es una realidad gracias a los fondos. Actualment­e, cerca del 50% de los recursos administra­dos tiene un propósito diferente a la inversión tradiciona­l en renta fija.” Santiago Sicard Presidente Ejecutivo, Asociación Dominicana de Sociedades Administra­doras de Fondos de Inversión (ADOSAFI)

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