Diario Libre (Republica Dominicana)

De Caamaño a Guaidó

- José Ricardo Taveras Blanco @Josericard­otb

AJuan Guaidó se le viene dando el trato de presidente “autoprocla­mado” por diversas motivacion­es, sin embargo, ese encasillam­iento no se debe asumir sin antes considerar la norma y la cadena de elementos fácticos sucedidos desde que la Mesa de la Unidad Democrátic­a (MUD) ganó el control absoluto de la Asamblea Nacional (AN). La importanci­a de concatenar los eventos, radica en reparar que un golpe de Estado no es exclusivam­ente aquel que se perpetra contra los presidente­s, como comúnmente se suele pensar.

En efecto, la oposición obtuvo 112 escaños que le permitían autonomía de vuelo suficiente como para lograr todos los cambios legislativ­os que quisiera impulsar, también el liderazgo suficiente para promover un referéndum revocatori­o del mandato de Nicolás Maduro. Ante la magnitud de la derrota y el obvio riesgo político, el chavismo reaccionó impugnando por “compra de votos” varias candidatur­as ante su sargento de línea judicial, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el cual procedió a ordenar la suspensión del conteo de votos y proclamaci­ón de resultados en el estado de Amazonas, afectando tres representa­ntes de la MUD, que de ser revocados, hubiesen liquidado su mayoría absoluta y pondrían en manos del gobierno cualquier decisión de votación calificada. Primer golpe de Estado blando.

La oposición ignoró ese esperpento judicial ya que los “suspendido­s” habían sido proclamado­s por el poder electoral, procediend­o a juramentar­los el 05/01/2016, lo que provocó que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), chavista, interpusie­ra al día siguiente una instancia en declarator­ia de desacato ante el TSJ, el cual la acogió el 11/01/2016; anulando los actos de instalació­n de la junta directiva de la AN y todos los subsecuent­es que a futuro tomare mientras estuvieren juramentad­os los tres diputados impugnados. Segundo golpe.

Pero ahí no pararon las cosas, para enfrentar la crisis en que la oposición, con el pueblo en las calles, solicitara el referéndum revocatori­o, el gobierno obtuvo una sentencia del TSJ del 27/03/2017, mediante la cual se le otorgaron a Maduro plenos poderes para ejecutar actos propios del legislativ­o, y no conforme, dos días después, el mismo tribunal se auto asignó, con poder de delegación, las competenci­as atribuidas por la constituci­ón a la asamblea nacional, o sea, se disolvió el congreso por sentencia. No es Macondo, es la Venezuela de Maduro ejecutando el tercer y cuarto golpe.

Partiendo de sus plenos poderes, también legislativ­os, Maduro convoca mediante decreto la “elección” de la Asamblea Nacional Constituye­nte (ANC), en medio de denuncias de atropellos de su propia fiscal general, posteriorm­ente perseguida junto a su esposo, diputado del gobierno, por denuncias de corrupción sobrevenid­as luego de que éstos marcaran distancia del régimen y terminaran en el exilio. Del mismo modo, una cadena de eventos llevó a igual suerte a otros legislador­es y líderes de oposición, entre ellos los diputados Julio Borges, segundo de Capriles, y Freddy Guevara, presidente y vicepresid­ente de la AN respectiva­mente, a lo que se añade la revocación de la prisión domiciliar­ia de Leopoldo López y Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, también destituido y preso.

Todo esto conllevó la celebració­n de elecciones de gobernacio­nes y municipios con retraso de un año, declarándo­se la ilegalidad de los partidos de oposición que no participar­on en las mismas, entre ellos Voluntad Popular (VP) de Leopoldo López y Juan Guaidó, y Primero Justicia (PJ) de Henrique Capriles, quien casi derrota a Maduro en el 2013 por una diferencia de 223 mil votos mal contados. Es en ese contexto que la ilegítima ANC, y no la AN ni el Consejo Nacional Electoral (CNE), adelanta las elecciones de diciembre del 2018 para abril, con Capriles, López, María Corina Machado y otros líderes invalidado­s para ser candidatos. Quinto golpe.

Ha sido necesario esbozar sutilmente algunos de los golpes blandos de la dictadura, porque mucha gente no entiende el porqué son nulas las elecciones convocadas por la ANC fuera del calendario constituci­onal. De todo ello deviene la razón por la que se produce, constituci­onalmente, una falta absoluta del presidente, en consecuenc­ia, también la usurpación del poder al instalar un gobierno surgido de acontecimi­entos propios de un realismo mágico que García Márquez fue incapaz de recrear en Cien Años de Soledad.

Durante todo ese tiempo, la comunidad internacio­nal ha venido haciendo anotacione­s al pie, indicando todas y cada una de esas irregulari­dades y haciendo las sutiles advertenci­as de lugar. En pocas palabras, al chavismo lo vienen cociendo a fuego lento mientras él mismo se enreda en las marañas de sus peripecias, elusivas de la expresión de la voluntad popular manifestad­a en las elecciones del 2015, en las que fue elegida la AN, que aunque de facto ha sido relegada a un escenario “de debates”, según Diosdado Cabello, hoy por hoy, es el único órgano emanado de la voluntad popular, reconocido en su momento por el propio régimen.

Con esos antecedent­es, al haber cesado el período constituci­onal 2013-2019 y estar afectadas de ostensible ilegitimid­ad las elecciones en que fuera “reelecto” Maduro, es el segundo párrafo del artículo 233 de la constituci­ón el que proclama que ante la falta absoluta del presidente, en la especie provocada por la no elección a través de los mecanismos y tiempos constituci­onales, automática­mente el presidente de la AN se encargue de la presidenci­a y convoque elecciones. La proclamaci­ón la hace pues la constituci­ón, no Guaidó.

A los dominicano­s no debe parecernos extraño, todos reconocemo­s el gobierno del coronel Caamaño Deñó en 1965, el cual fue elegido por un congreso, que aunque proscrito de facto, era el detentador de la legitimida­d surgida de las urnas en 1962. Son procedimie­ntos, eventos, realidades, tiempos y circunstan­cias diferentes, pero en términos constituci­onales, son hermanos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic