Diario Libre (Republica Dominicana)
El proceso Yuniol Ramírez sigue sin un tribunal fijo
Parientes llevarán el caso a la Suprema Corte para que decida
SANTO DOMINGO. Hace un año y cinco meses desde que se produjo el asesinato del profesor universitario Yuniol Ramírez. El cuerpo sin vida de ese abogado fue encontrado en un arroyo de Los Alcarrizos el 12 de octubre del 2017, y a la fecha el proceso judicial contra los acusados por el crimen sigue presentando conflictos de jurisdicción.
Los abogados y parientes del asesinado profesor advirtieron ayer que depositarán una instancia en la Suprema Corte de Justicia para que decida sobre el conflicto de jurisdicción que se ha creado luego de que dos de los imputados (Faustino Rosario y Eddy Santana Zorrilla) fueran declinados al municipio Santo Domingo Oeste.
Ramón Ramírez y Manaurys Montero consideraron que el juez coordinador de los Juzgados de Instrucción del Distrito Nacional, Alejandro Vargas, no tenía competencia para hacer declinatorias.
Reiteraron que todo lo que está pasando con el proceso forma parte de un entramado del Ministerio Público y algunos jueces para sacar a Manuel Rivas del caso.
Las vueltas del caso
El asesinato y caso de corrupción en la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) comenzó a ser investigado por la entonces fiscal de la provincia Santo Domingo, Olga Diná Llaverías, quien tenía sus oficinas en Santo Domingo Este, mientras que las audiencias del proceso se conocían en la fiscalía de Santo Domingo Oeste cuando Rosalba Ramos era la titular de esa zona.
Sin embargo, los parientes del catedrático interpusieron un recurso de apelación en la Corte para que el proceso sea conocido en el Distrito Nacional, bajo los argumentos de que el asesinato del profesor universitario ocurrió en la UASD y en julio del año pasado la Corte ordenó la declinación.
Desde entonces, la Fiscalía del Distrito había solicitado plazos para presentar la acusación sobre el caso y los dejaba vencer. Luego de una intimación de un juzgado, la Fiscalía presentó una acusación que no les cayó bien a las víctimas.