Trato preferencial

Del encuentro de Mar-a-lago obtuvimos la promesa de un trato preferencial de la OPIC, una agencia gubernamental de los EEUU cuya misión es promover la inversión privada estadounidense en mercados emergentes. Establecida en 1971, la OPIC provee financiamientos y seguros contra riesgos políticos, tales como confiscaciones y expropiaciones. Auspicia oportunidades de negocio, el crecimiento económico y la creación de empleos.

Está aún por definir en qué consistirán las preferencias, pero la iniciativa parece formar parte de una ofensiva económica estadounidense en América Latina, quizás como respuesta a los avances de China en la región, y como un medio para atenuar las causas que provocan la salida de emigrantes hacia los EEUU

Un indicio al respecto es que horas después del evento en Mar-a-lago, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador informó de avances en sus conversaciones con Jared Kushner, yerno del presidente Trump y asesor de la Casa Blanca. En sus declaraciones, reveló que se han despejado obstáculos para un acuerdo por el cual el gobierno estadounidense garantizará cerca de diez mil millones de dólares de inversiones en México y Centroamérica. Aproximadamente la mitad de ese monto corresponderá a México, siendo la otra mitad repartida entre Guatemala, Honduras y El Salvador. Esa perspectiva pone de relieve que el apoyo a la posición estadounidense respecto a Venezuela no es un requisito para esas garantías, pues existen otras consideraciones de índole económica y migratoria que es necesario tomar en cuenta.

López Obrador expresó estar dispuesto a viajar a los EEUU cuando el acuerdo esté listo para la firma. Ha incrementado la concesión de permisos de residencia en México para los migrantes centroamericanos, y ha aceptado mantener en México a solicitantes de asilo en los EEUU en tanto sus casos son procesados. Y ha hecho todo eso a pesar de que la cuestión del muro fronterizo sigue candente.