Diario Libre (Republica Dominicana)
Loren Aquino Núñez
Comandanta Academia de formación y rescate voluntario
El valor del desprendimiento Loren Aquino lo define a diario y lo multiplica sin dudar con cada niño que logra rescatar de las calles de su natal Bonao. Su academia, informal, se llama “Academia de formación y rescate voluntario” y nace de la problemática que observó. “Con el paso de los años me di cuenta que la juventud de nuestra provincia está muy deteriorada, muy echada a perder, a veces por hogares disfuncionales, familias matriarcales o patriarcales u otras situaciones que los llevan a tener mucha libertad y terminan juntándose con todo tipo de jóvenes y comienzan a conocer distintas malas costumbres”, explicó.
Toda esta problemática Loren asegura que le fue trabajando el subconsciente e inició incentivando el deporte, pero luego como parte de las Fuerzas Armadas, entendió que lo que podía hacer es enseñarles lo que sabe y mostrarles que aparte de la formación que reciben en la casa, hay un lugar donde se les puede dar una disciplina muy apropiada que les abre las puertas.
Es así que Loren decide alquilar una casa, que ella misma sustenta, y la convierte en el hogar de niños y jóvenes de 13 a 29 años y empieza a formarlos. Actualmente, son 12 los que viven en la casa rentada por “la comandanta”, como es conocida.
“Nuestra rutina empieza a las 5:00 de la mañana, arreglan sus camas, van al baño y a las 5:30 deben estar formados en el frente para iniciar los ejercicios físicos. En la mañana se unen unas niñas de la comunidad. Luego se hace la limpieza del recinto,
el desayuno, instrucción de la materia que toque, receso hasta que llegue la hora de almuerzo. En la tarde les toca otra instrucción y les toca su espacio para ellos jugar, ya sea video juegos en la computadora” detalló.
Algunos van a la escuela durante la semana y otros los domingos, reciben estudios bíblicos y recientemente les fueron otorgadas becas para aprender inglés a algunos. Narra que casos sorprendentes tiene distintos. Habiendo impactado a más de 500 personas sacándoles de las calles y los vicios, Loren Aquino mantiene su mirada fija en el futuro de los jóvenes y niños de Bonao.
Tratando de compartir su entrenamiento y formación militar, inculcando disciplina, “La coronela” ha ido amueblando el hogar de estos jóvenes, y alimentándoles, con donaciones que recibe y con su propio sueldo.
Además, da entrenamiento a más de 26 niñas de la Escuela Caño Grande de Benito Antonio Rosario, y asegura que desde los padres hasta la comunidad han percibido sus cambios. Para ella, inculcar valores, alejarlos de caminos cuestionables y mantenerles ocupados en tareas que aporten a su crecimiento personal es su meta, y le llena de orgullo cuando alguno de esos jóvenes se gradúa de la universidad, consigue un trabajo o tiene una familia.
Con la esperanza de continuar sacándolos adelante y de acoger a otros, despertándose en ocasiones sin saber cómo los alimentará, Loren no desespera y asegura que ha visto milagros y que cada vez que ve cambios, se motiva a seguir ayudando.
“Con los años me di cuenta de que la juventud de nuestra provincia está muy deteriorada, muy echada a perder”