Diario Libre (Republica Dominicana)
Un país y dos sistemas
El régimen se sintió amenazado cuando las manifestaciones se propagaron por todo el país
Gustavo Volmar
No hay duda de que la economía explica muchas actuaciones. Si se examinan sus motivaciones económicas, es muy posible que se descubran las razones por las que una persona o entidad actuó de cuál o tal forma. Pero aunque con frecuencia es la causa principal del comportamiento, no siempre ocurre así, y un ejemplo de ello ha sido la paciencia y aparente tolerancia con las que China ha respondido a los disturbios en Hong Kong, habiendo dejado a la policía de ese enclave la tarea de contener los daños.
En una columna anterior hicimos referencia a la reacción del gobierno chino ante las protestas ocurridas en 1989, eventos que culminaron con la represión violenta de los manifestantes en la plaza Tiananmen de Beijing. El régimen se sintió amenazado cuando las manifestaciones se propagaron por todo el país, y decidió acabar con el percibido peligro. Añadimos que podría llegar a hacer lo mismo en Hong Kong si los choques continuaban.
Hay quienes opinan que la diferencia hasta ahora en la dureza de la respuesta china se debe a que, debido a las tensiones comerciales con los EEUU, su crecimiento económico se ha estado debilitando, lo que hace que no quiera incurrir en confrontaciones adicionales que pudieran incidir sobre las inversiones y las exportaciones. Sin embargo, la razón real más relevante luce ser política, no económica.
En riesgo está el esquema conocido como “un país y dos sistemas”. Aplicado a Hong Kong, a su existencia se debe que los residentes del enclave tengan derechos y libertades ausentes en el resto de China. Si sólo se tratara de Hong Kong, es probable que China ya le hubiera puesto fin, pero sucede que ese esquema es el que China ha propuesto a Taiwán, a la que considera como una provincia rebelde, para que acepte retornar al redil. Si el esquema desaparece aplastado por una intervención en Hong Kong, la oferta a Taiwán perdería cualquier posibilidad de éxito, quedando sólo disponible la opción militar.