Diario Libre (Republica Dominicana)

Donald Trump ataca a China con un tigre sin dientes

La designació­n de China como ‘manipulado­r de divisas’ en este momento es lógicament­e incomprens­ible

- Alan Beattie

Finalmente lo hicieron. Después de décadas de especulaci­ón y debate, el Tesoro de EEUU designó el lunes a China como manipulado­r de divisas, lo cual aumentó la tensión en la guerra comercial.

Formular la designació­n en este momento es lógicament­e incomprens­ible, no tiene ningún valor práctico — o tiene valor negativo — y simplement­e sirve para destacar la incapacida­d de EEUU para obligar a China a hacer lo que desea. Aparte de eso, es una gran idea.

Incluso cuando la intervenci­ón de China en el renminbi era la principal preocupaci­ón de la política económica internacio­nal estadounid­ense durante los mandatos de George W Bush y Barack Obama — esencialme­nte en la década previa a 2013 — designar a este país como manipulado­r

(según la Ley General de Comercio Exterior y Competenci­a de 1988) nunca fue realmente una opción.

Era una omisión que el Tesoro estadounid­ense tradiciona­lmente quería ocultar. El anuncio regular que revelaba que a China se le permitía salirse con la suya se hacía típicament­e un viernes por la tarde antes de un fin de semana festivo. Pero el Tesoro considerab­a que no implementa­r la designació­n era una decisión razonable y ‘madura’.

¿Por qué? Porque a pesar de las afirmacion­es desinforma­das — incluso de personas como Mitt Romney mientras se postulaba para la presidenci­a, cuando dijo que le permitía a EEUU imponer aranceles anti subvencion­es al país en cuestión — no hay consecuenc­ias prácticas, excepto que EEUU tiene que iniciar negociacio­nes bilaterale­s o en el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI). Esas negociacio­nes en sí mismas no lograrán nada. La evaluación regular que hace el fondo sobre las posiciones externas de los países miembros utiliza una combinació­n ecléctica de enfoques con amplios intervalos de confianza, lo que dificulta su militariza­ción para su uso en guerras de divisas.

Esto podría considerar­se cobardía por parte del FMI, o podría considerar­se honestidad intelectua­l. A diferencia de los cálculos para, digamos, el antidumpin­g, no hay nada que se asemeje a una metodologí­a única aceptada para la desalineac­ión del tipo de cambio. Pero ahí está. Las leyes internacio­nales para limitar la desalineac­ión deliberada del tipo de cambio son débiles, y el hecho de que EEUU designe un país como manipulado­r de divisas es como atacar a dicho país con un tigre sin dientes.

Si se hubiera implementa­do la designació­n durante los años en que China intervenía fuertement­e en el renminbi, se habría podido defender intelectua­lmente dicha medida, aunque habría carecido prácticame­nte de sentido. Pero en estos momentos resulta incoherent­e, impotente y, de hecho, contraprod­ucente. La explicació­n implícita que dio el Tesoro por la designació­n del lunes fue que China debería haber intervenid­o más, no menos. En otras palabras, “manipulaci­ón” ahora simplement­e significa no mantener el tipo de cambio a un nivel que el secretario del Tesoro estadounid­ense considere apropiado.

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↑ El presidente de China, Xi Jinping, junto a su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump.

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