Diario Libre (Republica Dominicana)
No tan cerca
No es extraño, por lo tanto, que ciudades y pueblos deseen atraer fuentes de ingresos
Para satisfacer las necesidades diarias hay que tener una o más fuentes de ingresos, lo que a su vez requiere de algún tipo de ocupación o ayuda. Por esa razón suele celebrarse la apertura de fábricas, hoteles, tiendas y otras clases de actividades. Su presencia genera puestos de trabajo, de los que se deriva demanda por alimentos, colegios, transporte, clínicas, viviendas, teléfonos, muebles, electricidad, ropa y demás categorías de bienes y servicios. No es extraño, por lo tanto, que ciudades y pueblos deseen atraer fuentes de ingresos. Lo que quizás sorprenda es hasta qué nivel de tolerancia pueden llegar con tal de conseguirlas.
Evaluaciones llevadas a cabo en varios países ponen de manifiesto que la valoración de los beneficios económicos de una actividad frecuentemente excede a la percepción de sus costos personales y ambientales. Para que haya dónde trabajar, las comunidades involucradas pueden estar dispuestas a soportar ruidos, olores desagradables, congestionamiento de tráfico, polvo, deterioro del paisaje y hasta riesgos a la salud o la seguridad. Es muy conocido el caso de instalaciones como cárceles, centros de acopio y reciclaje de desechos, plantas que utilizan componentes químicos peligrosos y fábricas con procesos contaminantes. Un ejemplo extremo son las instalaciones donde se almacenan residuos tóxicos. Una de ellas, la del río Savannah en los EE.UU., cuyo principal defensor fue un senador por el estado de Carolina del Sur donde está ubicada, empleaba unas 2,000 personas en el manejo de los residuos hasta su posterior traslado a otras instalaciones en estados como Utah y Nuevo México.
Pero si los beneficios económicos no lucen lo suficientemente grandes como para compensar los costos, la reacción popular puede ser distinta. Ejemplos de ello se dan respecto a discotecas, bares, talleres, casinos y mercados al aire libre. Pueden instalarse, dicen sus adversarios, siempre que sea lejos de donde ellos residen.