¿Puede ganar una mujer?

Sostenían esta discusión dos precandidatos demócratas, Bernie Sanders y Elizabeth Warren, adversarios en la carrera por la nominación presidencial de Estados Unidos. Warren sostenía que Sanders le había dicho en una conversación privada que no. Que para ganarle a Trump en el 2020 una mujer no tendría oportunidad. Sanders lo negaba.

¿Se vota a una mujer desde un sesgo sexista (a favor o en contra) o se le vota desde una convicción partidista? Esa es la pregunta que queda por resolver. Si el partido de su preferencia presentara a una mujer como candidata... ¿la descartaría y votaría por otro? Es bastante probable que no. El candidato arrastra o desanima, eso es indudable. Pero las siglas y lo poco, poquísimo, que queda de ideología tras esas siglas también importan.

Aquí tenemos una candidata a alcaldesa del Distrito Nacional que ha salido con bastante buen pie a su carrera. La encuesta Mark Penn/stagwell, presentada por el grupo SIN, daba a Carolina Mejía un 31% de opiniones favorables o muy favorables frente a su principal contendiente, Domingo Contreras, que marcó un 21%.

Mientras, los partidos y la Junta tratan todavía de enderezar los entuertos que ha provocado la ley al marcar cuotas para la mujer en las listas y en puestos elegibles. ¿Hay menos mujeres en política porque les cierran el camino en sus propios partidos? ¿Hay menos mujeres interesadas en participar en política? ¿Hay menos mujeres interesadas en participar en política como se practica ahora?

(En Estados Unidos todavía discuten si Donald Trump ganó porque ganó o fue que Hillary perdió porque era mujer...)