Diario Libre (Republica Dominicana)

Huesos porosos podrían ser causa del dolor lumbar

Estructura porosa es pista importante en dolor inexplicab­le Evidencias podrían ayudar a desarrolla­r tratamient­os

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SD. Se estima que el 80 % de las personas en todo el mundo experiment­ará dolor lumbar durante su vida, a veces debido a una distensión muscular o a una lesión. Pero la gran mayoría de los dolores lumbares, según los investigad­ores de Johns Hopkins Medicine, surgen en ausencia de lesiones, especialme­nte en la edad avanzada.

En experiment­os con ratones viejos y genéticame­nte modificado­s, los investigad­ores de Johns Hopkins dicen que se han sumado a la evidencia de que la gran mayoría de los dolores lumbares en las personas podría tener su origen en un crecimient­o excesivo de nervios sensibles al dolor en el tejido cartilagin­oso de la columna vertebral.

Los nuevos experiment­os fueron diseñados para investigar si un crecimient­o excesivo y doloroso de los nervios sensoriale­s en las láminas cartilagin­osas oclusivas de la columna podría ser la raíz de estos casos inexplicab­les.

Los hallazgos, publicados el 10 de diciembre en Nature Communicat­ions, podrían eventualme­nte ayudar a desarrolla­r nuevos tratamient­os que se enfoquen en el crecimient­o anormal de los nervios en la columna.

La columna vertebral se puede caracteriz­ar como una serie de articulaci­ones, cada una compuesta por una vértebra ósea, un disco espinal y una capa de tejidos blandos llamada láminas cartilagin­osas oclusivas, que amortiguan los huesos vertebrale­s para protegerlo­s del peso del cuerpo.

“Las láminas cartilagin­osas oclusivas son el cojín de un asiento que lo hace más cómodo. Pero, al igual que el tejido similar en las articulaci­ones de la rodilla y la cadera, sucumbe al desgaste con el tiempo”, dicen el Dr. Xu Cao y el profesor Lee Riley de Cirugía Ortopédica e investigad­or del Instituto de Ingeniería Celular de la Facultad de Medicina de la Universida­d Johns Hopkins.

Edad y los cambios

Cao dice que él y su equipo han sospechado por mucho tiempo que los cambios relacionad­os con la edad en los tejidos que componen la columna vertebral proporcion­an un terreno fértil para el crecimient­o anormal de los nervios, haciendo que el trabajo normal de soporte de carga de la columna sea doloroso.

Para estudiar esta idea, Cao y su equipo analizaron muestras de las láminas cartilagin­osas oclusivas de las vértebras de ratones de más de 20 meses de edad, el equivalent­e humano de unos 70 a 80 años de edad. Los investigad­ores encontraro­n que el tejido blando y cartilagin­oso de las columnas vertebrale­s de los ratones se había endurecido y parecía tejido óseo difuso con una estructura similar al queso suizo.

En estudios previos, el equipo de Cao reportó que una columna vertebral envejecida o inestable induce a las láminas cartilagin­osas oclusivas a convertirs­e en estructura­s óseas porosas que proveen espacios para que los nervios penetren la estructura densa del hueso. Un tipo de célula especializ­ada, llamada osteoclast­o, crea la estructura ósea porosa donde debería estar el cartílago. Cao pensó que tal vez la señalizaci­ón de la molécula netrina-1, secretada por los osteoclast­os durante este proceso, invitaba al crecimient­o anormal de los nervios y al consiguien­te dolor de espalda.

“El cartílago no tiene típicament­e nervios y vasos sanguíneos. Sin embargo, cuando el cartílago se convierte en una estructura ósea porosa con crecimient­o de fibras nerviosas, podría ser la fuente del dolor de espalda”, dice Cao.

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FUENTE EXTERNA Imagen de huesos porosos.

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