Posiciones retadoras

En cuanto a los políticos, usualmente deben demostrar su destreza ocupando posiciones complicadas

Gustavo Volmar

Los empresarios y los políticos poseen algo en común. A veces tienen que asumir riesgos para avanzar. En el ámbito de los negocios, la competencia que la innovación trae consigo impone la necesidad de renovar estructuras, modificar procedimientos, alterar modos de distribución, sustituir suplidores y lanzar nuevos productos. Hacerlo implica dejar caminos conocidos y transitar por rutas diferentes, pero no hacerlo puede significar quedarse atrás, ser superado por sus rivales, y languidecer hasta convertirse en reliquias.

En cuanto a los políticos, usualmente deben demostrar su destreza ocupando posiciones complicadas. Sólo en contadas ocasiones sucede que alguno de ellos tiene la suerte de ser ungido como heredero y sucesor de otro sin haber pasado por esa clase de posiciones. Y pocos son los que salen airosos, cuando así sucede.

Dentro de dichas posiciones retadoras resalta la alcaldía de la capital. Los problemas que aquejan a la población son tan vastos y agudos que sería preciso contar con un inmenso presupuesto para poder enfrentarlos de forma efectiva. En cuatro años pueden hacerse algunas cosas que sirvan de testimonio de la eficiencia del alcalde y su equipo administrativo. Más allá de esos cuatro, el político podría encontrar que su rango de iniciativas viables se agota y que, por lo tanto, el riesgo para su imagen excede al posible beneficio.

Acumulación de desechos, altos niveles de ruido, una falta absoluta de planificación urbana, anarquía en el tránsito, ocupaciones de lugares públicos, carencia de alumbrado, construcciones ilegales, barrios sin servicios y frecuentes inundaciones son sólo algunos de los retos que enfrentará el próximo alcalde. Tendrá que bregar también con la desidia e irresponsabilidad de los munícipes, incapaces de respetar los derechos de los demás. Y a todo eso se añade que diariamente llegan más personas, desde los campos y otros puebles, más los inmigrantes haitianos que se asientan aquí.