Diario Libre (Republica Dominicana)
Dos semanas
Apenas faltan 15 días para unas elecciones municipales que han despertado más interés entre los electores y nerviosismo entre los partidos que otras jornadas de esta categoría.
Será porque unos las entienden como el aviso a navegantes, adelanto de lo que puede pasar en mayo, o porque los otros manifiestan, en muchos sectores, un deseo innegable de cambio. Los ciclos políticos se agotan y el del PLD ha sido, es todavía, muy largo.
No ha cuajado el empeño de la Fuerza del Pueblo, la
Fuerza Nacional Progresista y demás aliados en desacreditar a la Junta Central Electoral. Si hay, hubo, o va a haber fraude en las elecciones, no será por los equipos, códigos o los algoritmos. Se ha perdido tiempo y dinero en auditar hasta el lapicero de los delegados de mesa y nadie encuentra nada.
Ya, dejemos ese tema descansar.
No va a funcionar la pataleta y lo que se va a decidir en las urnas tiene realmente importancia. Distracciones fútiles, las menos posibles. El que no quiera que le cuenten los votos... que no se presente.
Acostumbrados a unos ayuntamientos de presupuesto agotado en nóminas y dependencia casi absoluta del favor presidencial, los votantes no han dado la importancia que realmente tienen las elecciones municipales. Pero poco a poco se asume la necesidad de lograr la autonomía municipal y el presupuesto que por ley les corresponde.
Los ayuntamientos deberán desprenderse del populismo que les ha asfixiado económicamente y les ha hecho tan ineficientes. Ese es su reto.