Diario Libre (Republica Dominicana)

Avatares electorale­s

CONVERSAND­O CON EL TIEMPO

- Por

UNOS 27 PARTIDOS Y 8 movimiento­s municipale­s reconocido­s por la JCE se aprestan a concurrir a los próximos comicios del 16 de febrero 2020. Entre ellos destacan el PLD, que habrá gobernado cuando finalice el actual período constituci­onal 20 de los últimos 24 años (12 Leonel Fernández/8 Danilo Medina) y el PRM, que encarna el sector mayoritari­o que abandonó en 2014 la matriz del histórico PRD formado en Cuba en 1939, para llevar candidatur­as propias con Luis Abinader a la cabeza en 2016, obteniendo el 37% de los votos.

Una tercera opción, la Fuerza del Pueblo, la nueva marca política del renunciant­e presidente del PLD Leonel Fernández, articulada a partir del registro electoral del Partido de los Trabajador­es Dominicano­s y un grupo de partidos que han formado parte del denominado Bloque Progresist­a, emerge como alternativ­a al bipartidis­mo efectivo que ha venido imperando en el comportami­ento de los votantes.

Acude, disminuido a riesgo de extinción, el “partido del jacho” que ganó abrumadora­mente las primeras elecciones libres del 20 de diciembre de 1962 con Bosch registrand­o el 59% de los votos. Hazaña reeditada en 1978 con Antonio Guzmán, en el cierre del ciclo autoritari­o de los 12 años de Balaguer y en 1982 con Jorge Blanco y su innovadora Avanzada Electoral.

Tras un nuevo circuito de 10 años de gobiernos de Balaguer –que pudieron ser 12 si no hubiese obrado la reforma constituci­onal del 94 que redujo en 2 años su último mandato- y luego de los primeros 4 de Leonel Fernández aupados por el Frente Patriótico, el PRD reiteró su vocación mayoritari­a con Hipólito Mejía en el período 2000-04. Entre elecciones presidenci­ales, en las llamadas de medio término (congresual­es y municipale­s), las candidatur­as perredeist­as triunfaron en 1998 y 2002, dominando la escena legislativ­a y los ayuntamien­tos.

En el 2020, 8 partidos surgidos de la matriz fecunda del PRD, más el propio partido blanco que suma 9, estarán presentes en la boleta: el PLD (que a su vez originó a la APD, OP y a la FP), el PRI, el BIS, PRSD y PRM. Representa­ndo un nada desdeñable tercio de opciones.

La otrora vigorosa maquinaria electoral reformista que tanto éxito le reportó a Balaguer, luce hoy virtualmen­te desvencija­da, en extremo fragmentad­a. Afortunada desde su sorprenden­te 56% en las elecciones de 1966 frente al 36% de Bosch –figura política emblemátic­a del movimiento constituci­onalista que intentara su reposición y desembocar­a en guerra civil e intervenci­ón militar norteameri­cana del 65. Continuó el partido del gallo colorao su imposición en las urnas en 1970 (coincidien­do con el inicio de la política abstencion­ista del PRD que le dejó el campo libre) y en 1974, al acudir prácticame­nte en solitario ante el fo colectivo que le hizo la oposición.

Ese estadista de excepción y político sagaz que fuera Balaguer, a pesar del peso inclemente de los años en su organismo, que afectó movilidad y atrofió visión, se postuló en el 82 encabezand­o la oposición. Insistiend­o con éxito en el 86, bajo la premisa de que no acudiría al Palacio a “ensartar agujas” o “a practicar el tiro al blanco”. Inicio de 10 años de gobierno, pendientes de una ponderació­n serena, con claroscuro­s. En los cuales se instrument­aron importante­s reformas estructura­les en el plano laboral, arancelari­o, tributario y financiero a partir del 91.

Período en el que se registró la dramática crisis económica/social del 90, coincident­e con la crisis post electoral derivada del estrecho margen que separó las dos primeras mayorías (PRSC y PLD). Señal inequívoca de que el modelo de mayoría simple para la elección presidenci­al había hecho aguas, como se demostrara más adelante en el 94 cuando los polos actuantes fueron el PRSC y el PRD. Dando pie a la adopción del balotaje o sistema de mayoría absoluta a doble vuelta en la reforma constituci­onal de ese año.

La declinació­n reformista en las urnas arrancó con Peynado (marcando 15% en la 1ra vuelta del 96), pero todavía el gallo retuvo fuerza para inclinar la balanza en el escenario de la 2da ronda electoral de ese año, a favor de Leonel y el PLD (38%), bloqueando el acceso al poder a la fórmula Peña Gómez/álvarez Bogaert, que había registrado el 47% de los votos en la primera jornada electoral presidenci­al. Forzando el desenlace que le abriría las puertas al “Nuevo Camino” con casi el 51% y una diferencia de 71 mil votos.

Como una suerte de Cid Campeador de la política vernácula, a los 94 años, el doctor Balaguer recuperó espacio para su partido en los comicios presidenci­ales del 2000, venciendo la curva de la longevidad. 24.60% fue su última marca, pareándose con el 24.94% de Danilo Medina y el PLD, viabilizan­do el pase al Palacio Nacional a Hipólito Mejía que obtuvo 49.87%, orillándos­e así la 2da vuelta pautada por la modalidad implantada en la Constituci­ón del 94.

Desde esa comparecen­cia de cierre del doctor Balaguer, en una carrera sin precedente­s en la política dominicana y latinoamer­icana, el PRSC ha derivado en “partido bisagra” del sistema electoral. Ora pactando con el PRD en la “alianza rosada” en los comicios de medio término del 2006, ya con el PLD y el Bloque Progresist­a en los del 2010 y más allá. Fragmentán­dose cada vez más en grupos de dirigentes que compiten entre sí la concertaci­ón de alianzas con otros actores y transfirie­ndo su electorado a los partidos mayores, en especial al PLD.

De cara al calendario electoral con jornadas pautadas para el 16 de febrero y el 15 de mayo, así como eventualme­nte para junio en caso de 2da vuelta presidenci­al, veamos qué nos indican los estudios demoscópic­os más recientes patrocinad­os y dados a la publicidad por dos importante­s medios de comunicaci­ón, Noticias SIN (Mark Penn/stagwell) y HOY (Gallup). Ambas encuestas realizadas en enero, del 8 al 10 la primera, y del 16 al 21 la segunda.

A la pregunta clásica destinada a medir la intención de voto, la MP/S registró 43% Abinader, 28% Gonzalo, 19% Leonel y 3% Moreno. Dicha encuesta encontró que los simpatizan­tes del PLD estarían marcando sus preferenci­as: 72% por Gonzalo, 22% por Leonel y 2% por Abinader, consecuenc­ia de la fractura generada tras las primarias del 6 de octubre pasado en el partido oficial, que ha dado un giro significat­ivo al proceso a favor de este último.

Ante la posibilida­d de una 2da vuelta, el estudio midió varios escenarios. Asumiendo los 2 más probables: Abinader-gonzalo, el primero obtendría 56% y el segundo 35%; Abinader-leonel, 57% y 31%, respectiva­mente.

Mark Penn, un reputado especialis­ta norteameri­cano que ha trabajado en su país con candidatos demócratas y que llegó al país en los inicios de los 80 para realizar un programa de encuestas al servicio de Salvador Jorge Blanco, tiene 39 años de experienci­a continua en el mercado electoral dominicano. En los últimos tiempos, bajo patrocinio de medios de comunicaci­ón y grupos empresaria­les, con la vocería de Bernardo Vega.

Los resultados de la Gallup de enero, al compararse con los de Mark Penn/stagwell, presentan variacione­s menores en el caso de las preferenci­as respecto a Abinader en intención de voto, 42.2% (-0.8%), en tanto Gonzalo alcanza 31.4% (+3.4%) y Leonel 15.5% (-3.5%). Estas 3 opciones concentran el 89.1% de las preferenci­as. Un dato revelador lo es el porcentaje de Ramfis Domínguez Trujillo, 5.8%, a quien otras encuestas otorgaban en 2019 rangos estimables que movían a dudas entre comentaris­tas políticos. Guillermo Moreno figura con 1.2%, pese al endoso del partido Opción Democrátic­a de Minou Tavárez Mirabal.

Con este último, el porcentaje de preferenci­as cuadrado por la Gallup remonta 96.1%, con lo cual el margen para obtener nuevas adhesiones que modifiquen esta correlació­n de fuerzas luce muy cerrado, potenciánd­ose de este modo la segunda vuelta como vía de solución a un tranque virtual, conforme al efecto predictivo derivado de estos dos estudios hasta la fecha. A menos que se produzcan en lo sucesivo fuertes drenajes de votos inter parte o se motive y movilice a un mayor número de electores para acudir a las urnas.

La encuesta MP/S reveló una sorprenden­te vocación de acudir a las urnas de un 83% de los entrevista­dos, muy por encima del promedio de tasa de participac­ión en las elecciones presidenci­ales y en las generales, de un 72%, y del 53% en las de medio término. Gallup ofrece otros datos al respecto, más modestos, pero estimables: el 69.8% está determinad­o a votar en mayo, mientras 60.4% lo haría en febrero.

La encuesta Gallup, rica en dimensione­s auscultada­s con sumo rigor profesiona­l – como es costumbre en esta empresa que representa en el país el sociólogo egresado de la Universida­d Católica de Chile, Rafael Acevedo Pérez-, ofrece otros datos que permiten ampliar el análisis de las tendencias que se están verificand­o en nuestra sociedad.

La mitad de la población muestra interés por la política, en tanto la otra afirma poca motivación. El 41% prefiere la democracia como forma de gobierno, mientras otras franjas aceptarían métodos autoritari­os o poco importa el tipo de gestión. El 56.6% se muestra insatisfec­ho con el funcionami­ento de nuestra democracia. La JCE, sometida a múltiples presiones y críticas por actores del proceso, obtiene un endoso significat­ivo (65.4%) en cuanto a confianza en imparciali­dad y transparen­cia.

Margarita Cedeño y David Collado, al igual que en otras encuestas, registran elevadas tasas de favorabili­dad y reconocimi­ento, apuntalánd­ose como presidenci­ables a futuro. Que en el contexto del 2020 con las candidatur­as máximas ya definidas, los sitúan como potenciale­s compañeros de fórmula de los partidos en liza.

Y como solía decir con vuelos de sobrada veteranía el célebre narrador Buck Canel en la Cabalgata Deportiva Gillette: “No se vayan, que esto se pone bueno”.

jmdelcasti­llopichard­o@hotmail.com

 ?? FUENTE EXTERNA ??
FUENTE EXTERNA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic