Diario Libre (Republica Dominicana)
“Es cierto aquello de que estamos escribiendo el mismo libro”
La autora, doctora en Literatura con especialidad en estudios del Caribe español, latinoamericano y latinos en los Estados Unidos, ha publicado su primera obra
SANTO DOMINGO. Zaida Corniel, docta en Literatura y narradora residente en los Estados Unidos, donde ejerce la docencia universitaria, ha dada a la luz su primer libro de cuentos, con el que entrado al ruedo de las publicaciones, con una obra en la que desfilan diversas voces femeninas.
En su libro Para adolescentes, premenopáusicas y especialistas de la salud, la narradora y profesora en la universidad estatal de Nueva York, Stony Brook, ha querido ser fiel a sus personajes y a sus modos de accionar de acuerdo con sus circunstancias.
Acerca de su obra publicada el pasado año, de la literatura de diáspora dominicana y de otros tópicos conexos, Corniel, también actriz y periodista, ha hablado ampliamente para Diario Libre.
— ¿Cómo ha sido la experiencia de escritura y publicación de su libro de cuentos?
Organizar y publicar esta colección de cuentos me obligó a reencontrarme con aquella joven escritora, con la que para mi sorpresa aún continúo dialogando. La miré con ternura, pero también severamente, por lo que algunas de sus historias terminaron en el zafacón. En este libro incluyo textos que había escrito hace unos años en mi juventud con otros de más reciente producción. En este proceso me di cuenta que quizás es cierto aquello de que estamos escribiendo el mismo libro. Los temas, a veces, no nos abandonan.
—¿Por qué no había publicado un libro de ficción antes?
Había publicado cuentos en revistas y antologías, pero no fue hasta ahora cuando me decidí a sacar el libro. Hubo muchas razones para ello. Primero, me tomo mi tiempo para publicar. Me gusta dejar reposar mis textos y volver a ellos con la mirada de la editora. Esa posición solo te la da el tiempo. Además es un privilegio, sobre todo para las mujeres, encontrar el espacio tanto físico como espiritual –se podría decir–, para poder dedicarse a la literatura. En mi caso, como soy tan autocrítica, no había tenido el sosiego de detenerme a revisar mi obra y verla toda como un conjunto para un libro. Segundo, aquí, en los Estados Unidos, tuve más oportunidades de publicar con una editorial. —¿Podremos esperar otros libros de creación literaria suyos y si es así qué temas exploraría? No me gusta hablar sobre los temas en los que estoy trabajando porque pienso que si hablo de ellos no tendría la necesidad de escribirlos. Espero que sí y, esta vez, sé que no me puedo dar el lujo de esperar mucho tiempo.
—¿Qué le interesaba transmitir en su libro de cuentos Para adolescentes, premenopáusicas y especialistas de la salud? Cuando escribo un cuento no pienso en transmitir un mensaje. Escribo la historia y me mantengo fiel a los personajes y a sus modos de accionar de acuerdo a sus circunstancias. Me gusta contar historias. Es decir, privilegio los hechos, cómo actúan y hablan los personajes en sus ambientes; qué objetivos los mueven. Como narradora sé que tengo que ser compasiva y respetar a mis personajes. También, por lo general, dejo los finales abiertos. Prefiero que sea el lector quien descodifique o llegue a sus propias conclusiones. Para contestar un poco tu pregunta puedo decirte que en este libro desfila una serie de voces femeninas ubicadas en distintos espacios y tiempos.
—¿Algunos narradores que le hayan inspirado especialmente en sus inicios y por qué?
En mis inicios, mis lecturas fueron muy eclécticas, como era común para los jóvenes que crecían en esa época en una provincia dominicana. Aunque tampoco creo que esta situación haya cambiado mucho y también es extensiva a las grandes ciudades. El sistema de bibliotecas en el país es casi nulo. En aquel momento había que leer lo que se encontrara en la biblioteca o en la única librería/papelería que vendía uno que otro libro en Salcedo. Tampoco había Internet. Sin lugar a dudas, fueron las historias de Las mil y una noches, así como los cuentos de Juan Bosch y su teoría sobre el género, los que me iniciaron en la narrativa. Me ayudó mucho que mi papá era un lector y tenía una pequeña biblioteca...
“De muy niña escribía poemas. Pero una profesora de primaria me dijo que mis textos no eran poemas porque carecían de rima. Como yo solo tenía 10 años y no conocía aún el versolibrismo, me dio por escribir narrativa ante la imposibilidad de rimar versos”
Zaida Corniel Escritora