Tiempos anormales

Al ser ésta una crisis mundial, no es tan fácil traer de fuera todo lo que se necesite. La mayoría de los gobiernos no dispone de recursos suficientes

El cierre de una parte substancial de las actividades económicas por causa del coronavirus, obliga a tomar medidas para moderar los daños socioeconómicos, tal como tuvo que hacer el Gobierno dominicano. Una de las más contundentes es la de subsidiar a los trabajadores para que sus ingresos no se reduzcan o bajen menos, lo que puede hacerse directamente, vía cheques o asignaciones de fondos, o indirectamente, haciendo pagos a las empresas por la totalidad o un porcentaje de sus nóminas a fin de que no se pierdan empleos.

Hay que entender, sin embargo, que estos mecanismos son soluciones de muy corto plazo. No se debe creer que con ellas se alcanza el objetivo de que todo quede igual que antes y que la población tenga el dinero para cubrir sus necesidades. Esto así porque aunque la demanda por bienes y servicios se mantuviera, la oferta declinaría ya que la producción seguiría paralizada o disminuida.

Hipotéticamente, si el país donde eso ocurre dependiera sólo de la producción nacional, el resultado al poco tiempo sería escasez de productos y aumentos en sus precios. Pero sabemos que las economías son abiertas y participan del comercio internacional, lo que deja la posibilidad de importar lo que haga falta, impidiendo así la escasez y la inflación. No obstante, al ser ésta una crisis mundial, no es tan fácil traer de fuera todo lo que se necesite.

Y aparte de esa limitación, la mayoría de los gobiernos no dispone de recursos suficientes para cubrir todos esos gastos, por lo que se elevarán las deudas públicas y los déficits fiscales. En nuestro caso, se ha tenido que recurrir a reservas previsionales, un crédito del Banco Mundial y un financiamiento del Banco Central, éste último considerado como una herejía en tiempos normales por sus efectos potenciales sobre la estabilidad monetaria y cambiaria.

Pero éstos no son, evidentemente, tiempos normales. Sólo esperemos que las medidas sanitarias para controlar el contagio sean exitosas. ●