Diario Libre (Republica Dominicana)
“Escribir y dirigir teatro son actividades rodeadas de incertidumbre”
Reynaldo Disla Si tuviese que elegir de nuevo una profesión, el autor de “Bolo Francisco” escogería otra vez la escritura, pero sumaría el oficio de dibujante de tiras cómicas
“Primero fui cuentista, luego dramaturgo. Mi obra narrativa tiene más premios que mi dramaturgia, una señal de que alguien la leyó y le concedió algún mérito. Cada relato mío posee objetivos particulares... Todavía sigo aprendiendo sobre ese género literario” Reynaldo Disla Escritor
SANTO DOMINGO. Reynaldo Disla, reconocido narrador y dramaturgo, seguirá andando por el derrotero de la escritura y la producción teatral, pese a que reconoce todo lo que implica continuar luchando contra la ignorancia y la indiferencia para construir paso a paso una tradición en el país.
El dominicano descubrió tempranamente su vocación literaria e inició un trabajo que ha proyectado su nombre más allá de la isla, donde ha vivido gran parte de su vida y ha encontrado motivaciones para producir incesantemente.
Disla contestó varias preguntas de Diario Libre y se refirió a la incertidumbre que rodea a la producción y montaje de teatro en la actualidad y a su apreciada vocación por el cuento, entre otros tópicos relacionados con el mundo de la creación y de la cultura. —¿Cómo cree que va a influir en la producción y el montaje teatral la etapa postcuarentena?
Las artes escénicas y otras manifestaciones artísticas presenciales se prohibieron para evitar la propagación del coronavirus. Esto ha creado una paralización de los artistas, que de pronto se ven sin medios de subsistencia económica y de su profesión.
Actores, grupos y compañías de teatro y danza han buscado alternativas a esta inquietante realidad, hallando vías de expresión que acercan su arte a los públicos a través de diversas plataformas de internet: Zoom, Youtube, Skype, Facebook y otras.
Los artistas y programadores necesitan volver a los escenarios. Se teme que las artes escénicas sean estigmatizadas como actividad peligrosa para la salud y que el regreso a las salas de espectáculos sea la cuesta de Sísifo, muy empinada hacia arriba.
—¿La pandemia le ha activado la creatividad?
He estudiado películas, obras de teatro y oído mucha poesía, conciertos y audiolibros. He descubierto que la música hawaiana, la que tiene guitarra, es la más relajante. Y me ha dado por escribir cartelitos (frases, diálogos, reflexiones), imaginando, por ejemplo, a Aristóteles durante la pandemia quedándose sólo con la unidad de lugar; y a Albert Camus y a Antonin Artaud encerrados porque ahí afuera está la peste… Cosas así. Muchas tareas caseras. No he salido. De creatividad poco, casi nada. —Viendo su recorrido en el teatro, de tener la oportunidad, ¿seguirá el mismo derrotero?
Este recorrido está signado por mi país, donde no hay tradición teatral desarrollada. Hay que seguir haciendo teatro y luchando contra las barreras de la ignorancia y la indiferencia, y construir paso a paso una tradición teatral. También hay que celebrar por el camino los trabajos terminados y compartidos. Y sí, transitaré, otra vez, el mismo derrotero.
—¿Qué tan complicado es escribir y montar obras de teatro en nuestro país? Escribir y dirigir teatro son actividades rodeadas de incertidumbre. Todavía no se ha podido fijar, ni desde el Estado ni el sector privado, un solo programa permanente, puntual, con presupuesto asignado y desembolsado, en las siete áreas vitales para el desarrollo teatral de cualquier país: 1) Formación formal y no formal en actuación, dirección, dramaturgia, esdesligados cenotecnia, luminotecnia, producción, vestuario y maquillaje. 2) Circulación nacional e internacional de las mejores producciones dramáticas dominicanas, con gran número de funciones. 3) Políticas de compensación a salas establecidas. 4) Contar con un centro de documentación, investigación y divulgación teatral. 5) Incentivos a la creación dramática que abarquen la escritura y las puestas en escena. 6) Programas de fomento del teatro infantil y juvenil con aspectos específicos de formación, circulación, incentivo a la creatividad y la producción de obras para niños, teatro de títeres y teatro de objetos, animación y circo. 7) Inversión en festivales y eventos teatrales. Porque en los festivales confluyen todas las áreas del desarrollo teatral, se aprecian y asimilan los logros estéticos alcanzados y se comparten conocimientos tanto artísticos como técnicos. —¿Cómo descubrió su vocación por la dramaturgia?
Me parece que fue transcribiendo los diálogos reales que ocurrían durante la impresión de la revista Despertar cultural, en Salcedo, en la casa curial; meses después, los leía y me encantaba aquello. Mi primera obra la escribí en ese ambiente de trabajo comunitario...z