Toque de queda

El anuncio del ministro de Interior y Policía de que “ya no habrá más” toque de queda como parte de las medidas de control establecidas con motivo de la pandemia del COVID-19 en nuestro país, es una muestra de sensatez y de sentido de la oportunidad.

Solicitar al Congreso Nacional la prórroga del estado de emergencia que legalizaría la medida en momentos tan cercanos a la fecha prevista para las elecciones presidenciales, no solo podría ser visto con malos ojos políticos, sino que podría provocar el efecto contrario al propósito.

De hecho, la gente se retira a sus casas pero no se recoge y la actividad durante las horas del día es tan abierta que el propósito de impedir la expansión del virus es de imposible alcance.

Además, las fuerzas encargadas de mantener el toque de queda se han ganado un merecido descanso frente a la tarea que tienen por delante de proteger a la ciudadanía para que se exprese libremente en las elecciones del 5 de julio próximo.

Saludamos la medida como un gesto de sentido común y de agudeza política de parte del Gobierno.