Diario Libre (Republica Dominicana)
Madres adolescentes: 5,326 partos en diez meses en RD
● Entre enero y octubre se registraron 5,326 partos de jovencitas en maternidades ● Embarazo adolescente en el país ronda el 22%
● En la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia alumbró casi el 50%
● El país registra un promedio de embarazos de jovencitas de un 22 %
● En la región del Caribe, RD presenta una de las tasas de natalidad más altas
SD. Reyna Gómez y Yerlin Batista son dos adolescentes de 15 y 16 años, respectivamente, que tienen una característica en común: a su corta edad, ya son madres de dos hijos.
Estas dos adolescentes, cuyos hijos mayores tienen dos años y los menores son recién nacidos, forman parte de las 5,326 jovencitas que se convirtieron en madres entre enero y octubre de este año, en una de las cuatro principales maternidades de Santo Domingo.
Si bien los datos en el 2020 están por debajo del 2019, cuando en el mismo periodo se reportaron, entre las maternidades de Los Mina, la Altagracia, de La Mujer y el Materno Reynaldo Almánzar, 5,644 partos de adolescentes, las cifras no dejan de ser escalofriantes, pues se repiten año tras año sin que el problema llegue a atajarse por completo, lo que ha causado que el país sea calificado como una “fábrica de madres adolescentes”.
Según el estudio “Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia en seis países de América Latina y el Caribe”, dado a conocer la semana pasada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en 2017 la República Domincana registraba una tasa de 94 adolescentes madres por cada mil habitantes, una de la más altas del hemisferio occidental.
Se reduce, pero…
La coordinadora de la Unidad Adolescente de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, Santa Pérez, explicó que Latinoamérica tiene los promedios más altos de embarazos en adolescentes, y dentro de las regiones del Caribe, República Dominicana presenta una de las tasas de natalidad más altas.
“En República Dominicana, el promedio de embarazo adolescente ronda el 22 por ciento, donde un 19.5 por ciento corresponde a la parte urbana hasta un 23 por ciento a lo que es la parte rural”, explicó la doctora.
Pérez indicó que en la Maternidad la Altagracia, por ejemplo, asisten mensualmente en promedio entre 100 y 200 consultas nuevas de adolescentes embarazadas.
“Este año, estadísticamente quizás nosotros tengamos un sesgo de información por el COVID-19, tenemos nueve meses con el COVID-19 y, aunque se dio la asistencia, muchas pacientes se quedaron en sus casas”, dijo al aclarar un posible hueco en los datos.
En el caso del hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, que se habilitó para atender casos sólo de COVID-19, de enero a septiembre del 2020 se realizaron 582 partos de madres adolescentes.
En el mismo período de 2019, esta maternidad practicó 1,698 partos de adolescentes. Mientras que, el hospital Materno Reynaldo Almánzar, atendió a 1,560 madres menores de 18 años entre enero y octubre de 2020, y brindó asistencia a 1,250 en 2019.
Más allá del tema del COVID-19, Pérez aseguró que el panorama general del país presenta una reducción en embarazos adolescentes al pasar de un 23% a un 20% a nivel urbano.
“Existen muchísimas instituciones desde el Estado y organizaciones no gubernamentales, instituciones que tienen que ver como apoyo internacional, que están trabajando desde hace varios años en el tema, pues es una realidad social que impacta negativamente en nuestro país”, señaló.
La Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia registró 2,496 partos adolescentes entre enero y septiembre del 2020, en el mismo período de 2019 fueron 2,200.
Drama para las niñas
Para Reyna Gómez, residente en el sector Gualey, en el Distrito Nacional, donde vive con su madre, su padrastro y sus dos hijos, el cambio en su vida ha sido drástico. Ella no juega con sus amigas ni vive la vida despreocupada de los adolescentes. Sus problemas son mayores pues, por ejemplo, relata que no contaba con una cama donde dormir hasta el lunes pasado, cuando su padre le cedió la suya, ya que su expareja destruyó lo poco que tenían.
A sus 15 años ha tenido dos partos, uno de forma natural y otro por cesárea, pero lo más difícil para ella, ha sido el maltrato al cual la tenía sometida su expareja de 25 años. “Él (su expareja) quería irse para el campo conmigo y los niños, pero no se pudo, porque él era muy celoso. Él me maltrataba mucho, cada vez que discutía conmigo rompía todos los trastes. Cuando nos dejamos, la cama, la cuna del niño, todo lo rompió; yo vine aquí y dormía en el piso”, cuenta, mientras sostiene a su bebé recién nacido entre sus brazos. ●