Diario Libre (Republica Dominicana)
Cadenas de frío
Gustavo Volmar
En estos tiempos de calentamiento global, el frío será cada vez más costoso. Usualmente aplicables a alimentos que requieren refrigeración, las cadenas de frío consisten en el conjunto de pasos a dar con el fin de mantener un producto dentro de un rango específico de temperatura. Abarcan todas las fases de la producción, almacenamiento y distribución, a partir del punto en que la calidad o la vida útil del bien en cuestión son afectadas por el nivel de la temperatura. E incluyen no sólo el funcionamiento adecuado de los equipos utilizados con ese propósito, sino también los procesos y controles empleados. A ese respecto, cada producto tiene sus propios requisitos de logística y temperatura.
Es evidente que la longitud y complejidad de las cadenas de producción se reflejan en el costo y dificultad del manejo de las cadenas de frío. Estructuras productivas simples, como las de la venta de pescado fresco, que involucran sólo dos o tres eslabones, son más fáciles de monitorear que cadenas en las que intervienen múltiples etapas y diferentes responsables, requiriendo diversos medios de transporte, sucesivos almacenamientos, redes de distribución y numerosos puntos de venta.
Pero es posible que los alimentos encuentren un serio competidor como usuarios más notorios de las cadenas de frío. De ser así, se lo deberemos a la pandemia. Una primera muestra de ello lo tuvimos con las pruebas para detectar el contagio, habiéndose reportado en varios países resultados incorrectos por causa del uso de químicos vencidos o mal conservados. Y ese ejemplo palidece en comparación con lo que puede suceder con las vacunas.
Al parecer, varias de las vacunas más promisorias requieren ser almacenadas a temperaturas mucho más bajas que las vacunas usadas para prevenir enfermedades comunes. Eso significa que la efectividad real de las vacunaciones no llegará al nivel de 90% o más alcanzado en las pruebas, si es afectada por cualquier ruptura en la cadena de frío.