Diario Libre (Republica Dominicana)
BELLEZA Y POBREZA. LA REALIDAD DE LA. VIDA EN HUMEDALES.
Cerca de un lugar paradisíaco, la pobreza presenta su peor cara
Las comunidades que viven en los alrededores de los Humedales del Ozama se debaten entre dos extremos, uno está en pla belleza de este paraíso natural y la humildad de su gente, mientras el otro pasa por la falta de servicios básicos y el abandono de unas autoridades que no le prestan la atención requerida. Esta es una zona que altamente rica en valor natural, pero falta de los servicios básicos que todo ser humano necesita para vivir con dignidad. En la fotos, dos niños saborean una paleta de helado, mientras sonríen a la cámara de Diario Libre.
SANTO DOMINGO NORTE. La desarmonía entre la exuberancia de los Humedales del Ozama y la tétrica situación de abandono en que viven los habitantes de las comunidades que los circundan es el contraste que de inmediato salta a la vista desde que se visita la comunidad La Ceiba, en La Victoria, del municipio Santo Domingo Norte.
Ricas en belleza natural y pobres en servicios, las comunidades de Cabón, La Ceiba, Rancho Arriba, Los Mambrú, Santana, El Ocho y otras han vivido de espalda al progreso durante años y aunque parezca contradictorio, miles de extranjeros acuden cada año a disfrutar de los atractivos de uno de los más llamativos parques humedales del país.
Al dejar la asfaltada carretera de La Victoria y entrar por la calle principal de Barrio Nuevo, lo viejo parece reinar: la vía principal es de tierra, con grandes hoyos que se llenan de agua cuando llueve y cuando la sequía aprieta entonces es el polvo lo que “come” la gente de manera permanente cada vez que pasa un vehículo por el lugar.
Aquí la contradicción se replica porque aunque la calle principal está totalmente abandonada, las de los laterales están asfaltadas y señalizadas. Es que las autoridades se marcharon y dejaron el trabajo a medio talle, sin el asfaltado de unos 12 kilómetros de carreteras que comunica a los humedales.
Vergüenza sienten pobladores cuando ven los safaris cargados de extranjeros que transitan en medio del polvo para ir a los humedales, y como se pregunta Narciso Moreno, presidente de la Junta de Vecinos Luz Divina de Barrio Nuevo, “es que no hay dolientes”.
“El pasado gobierno creíamos que nos las iban a arreglar todas (las calles), eso fue lo que nos prometieron, entonces lo que hicieron fue que, como quieran los votos y no se dio, entonces se fueron y nos la dejaron en estas condiciones, después vinieron que supuestamente nos las iban a arreglar, duraron como 15 días y volvieron y se fueron”, sostuvo.