Transparencia

El presidente Luis Abinader ha tomado una decisión valiente que despertará comentarios pero que era necesaria. A partir de la semana que viene, y todos los meses, se harán públicos los pagos de la cuenta única del Tesoro a suplidores y contratistas del Estado.

Transparencia es una palabra noble que empezaba a perder su fuerza por el sobreuso que la clase política le ha dado en los últimos años. Se aprobaban, aquí y en otros países, leyes de acceso a la información en nombre de la transparencia pero que terminaban siendo un laberinto burocrático que algunos usan para entorpecer más que para transparentar.

Así, con la publicación de todos y cada uno de los pagos a contratistas y suplidores, el Gobierno se alía con los ciudadanos y pone a su disposición una buena herramienta de supervisión. Eso es transparencia.

El presidente Balaguer lo hizo por años pero otros presidentes descontinuaron esta práctica que exige mucha solidez y mucho rigor. No será del gusto de todos ver la realidad. Ni de algunos funcionarios ni de algunos suplidores.

La transparencia exige mucha disciplina. Y la disciplina se relaja muy fácilmente. Con este compromiso, hecho público en el Palacio Nacional con Milagros Ortiz Bosch como garante, el Gobierno entero está comprometido a respetar unas reglas de juego que han sido capitales en el programa del presidente. Para cambiar las cosas... hay que cambiar las cosas. Una por una.

Es una buena noticia, un esfuerzo oportuno del presidente Abinader en un momento en que la sociedad, por la crisis que vivimos, necesita señales de confianza. 