Identidad equivocada

Gustavo Volmar

Al parecer, se equivocó de persona y de lugar. Las declaraciones de Gao Fu, director del centro para la prevención y control de enfermedades en China, provocaron un gran revuelo en los países que han estado inmunizando a su población con vacunas chinas, incluyendo evidentemente el nuestro. Su afirmación, en el sentido de que esas vacunas no ofrecen un alto nivel de protección, puso en duda la eficacia de los programas de vacunación que las han estado utilizando. Pero aparte de esa lógica conmoción, y de las inquietudes generadas por ella, las declaraciones causaron una entendible sorpresa derivada de quién las hizo y dónde se hicieron.

Quizás hubo una equivocación, y Gao Fu creyó ser Anthony Fauci y que China era los EE.UU. En los años del presidente Trump, empecinado en negar la gravedad de la pandemia a fin de no afectar la economía, Fauci, el principal funcionario federal en cuanto a alergias y enfermedades contagiosas, no cedió a las presiones presidenciales y enfatizó la seriedad de la situación sanitaria a medida que ésta se fue constatando. Eso le valió ser criticado, menospreciado y amenazado de ser cancelado por el presidente, quien le marginó y dejó de recibirle. Fauci, sin embargo, recibió un sólido respaldo proveniente de organizaciones médicas, profesionales, científicos y políticos de la oposición demócrata, y sus advertencias fueron profusamente comentadas y difundidas por los medios de prensa, los cuales lo convirtieron en una figura tan conocida como son algunos artistas y celebridades deportivas.

Las declaraciones de Gao Fu, en cambio, fueron muy poco difundidas por la prensa china. De hecho, un importante medio le sugirió que se callara. Al no existir oposición política, ningún partido le dio su apoyo. Gao Fu terminó diciendo que sus declaraciones habían sido totalmente malinterpretadas.

A veces se pregunta por qué la investigación científica florece más en los EE.UU. que en otros lugares. La libertad de expresión ofrece una respuesta. 