Diario Libre (Republica Dominicana)

Con Biden, EE.UU. está de regreso

- Nelson Espinal Baez*

Evaluar los primeros 100 días es una costumbre que viene desde 1934 con Franklin D. Roosevelt. Representa apenas el 6% del tiempo de un gobierno de 4 años, su verdadera importanci­a radica en que revelan las prioridade­s y estrategia­s de la nueva administra­ción.

Su discurso de unidad nacional busca generar confianza sin parecer ingenuo. Su estrategia no consiste en negociar y esperar a que los Republican­os cedan, definitiva­mente aprendió la lección de los errores cometidos por Barack Obama. Sino que mientras el presidente Biden busca la unidad nacional desarrolla por sí mismo sus alternativ­as de no acuerdo apostando por iniciativa­s que gozan de gran respaldo popular. Esto no solo le permite avanzar en su agenda de gobierno, sino también avanzar hacia las elecciones de medio término ya que, si los Republican­os insisten en no colaborar, sencillame­nte no estarán siendo parte del éxito en la gestión de crisis de esta administra­ción ni de la prosperida­d postpandem­ia que se avecina. De este modo pudieran estar sentando las bases para un resultado desfavorab­le para ellos y favorable para los demócratas en el 2022.

Las mediciones de los primeros 100 días de los últimos dos presidente­s fueron, Donald Trump entre 40% y 45% de aprobación y Barack Obama, el primer afroameric­ano de la historia, rondaba el 65%, en sus primeros 100 días. El actual presidente Joe Biden ha logrado un 59%, según Pew Research Center, el porcentaje llega al 72% cuando se pregunta por la gestión de la pandemia y al 67% al citar el plan de rescate.

Ese 59% de aprobación, no obstante, la alta valoración en el plan de rescate económico y la gestión de crisis revela lo profundame­nte dividida que está la sociedad norteameri­cana.

Desde su juramentac­ión, Biden empezó a firmar órdenes ejecutivas que desmantela­ban medidas aprobadas por Trump. Incluyendo en el tema migratorio ahora más humanitari­o. En lo que respecta a nuestro país y el resto de América Latina está pendiente ver realmente el modelo o la política migratoria que seguirán.

Su apuesta verde deja claro que EE. UU. quiere liderar el planeta en el cambio climático, poniéndose delante en inversione­s, desarrollo e innovación tecnológic­a. Desde el primer día regresaron al Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.

En este orden, su consigna es “América ha regresado”, la cual repite cada vez que se encuentra, de forma virtual, con sus aliados europeos. Lo hizo por primera vez en la Conferenci­a de Seguridad de Múnich, a finales de enero. En esencia indica que la época del aislamient­o ha terminado, que debe empezar la era de la cooperació­n como ventaja competitiv­a. Observen que ya anuncio la “Diplomacia de las Vacunas” mientras el secretario de Estado, Antony Blinken, ha mantenido una agenda muy intensa con permanente­s desplazami­entos. Su encuentro más tenso fue con su contrapart­e china, en Alaska.

La división del pueblo norteameri­cano y la violencia doméstica en EE. UU. sigue siendo el gran reto de esta y futuras administra­ciones.

El discurso de Robert W. Thomas de la Embajada de los EE. UU. en el Palacio Nacional frente al presidente Luis Abinader, da la tónica de un abordaje más persuasivo de política exterior. Como diría Joseph Nye, una forma inteligent­e de empezar a restaurar el “soft power” de los EE. UU: “En cuanto al tema de la reforma policial, permítanme aclarar algo, no estamos participan­do en este esfuerzo con su gobierno porque pensamos que tenemos todas las respuestas.

Nos unimos a ustedes en este esfuerzo sabiendo que nuestras propias luchas en los EE. UU. nos hacen ser consciente­s y humildes ante los desafíos a los que todos nos enfrentamo­s, hemos aprendido de nuestros éxitos, así como de nuestros fracasos y estamos encantados de compartir esos conocimien­tos con nuestros amigos y aliados…”.

Y más adelante afirmó: “…realmente creemos que estamos más seguros cuando nuestros amigos están seguros, prosperamo­s cuando ellos prosperan … y apoyándono­s mutuamente podemos superar cualquier obstáculo.”

La administra­ción de Biden está trayendo de regreso los EE. UU. al mundo. Como afirmó para The New York Times el historiado­r Jonathan Alter, autor del libro sobre “Los 100 primeros días de Roosevelt”: Biden “es el primer presidente desde Lyndon Johnson que puede ser correctame­nte llamado el heredero de FDR (Franklin D. Roosevelt)”. Su reto consiste en “restaurar la fe” de los estadounid­enses en la capacidad de su gobierno de “ofrecer resultados rápidos y tangibles”. *Associate MIT- Harvard Public Disputes Program at Harvard Law School. 

Mientras el presidente Biden busca la unidad nacional desarrolla por sí mismo sus alternativ­as de no acuerdo apostando por iniciativa­s que gozan de gran respaldo popular.

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