Diario Libre (Republica Dominicana)
Informes cuestionados
Gustavo Volmar
La desconfianza en los informes económicos gubernamentales está muy difundida en las naciones subdesarrolladas. Es común dudar de su veracidad, y sospechar que los datos son maquillados en función de objetivos predeterminados. En algunos casos, se dice que conviene a las autoridades que las cifras presentadas sean mejores de lo que en realidad son, mientras que en otros casos sucede lo contrario.
Dado que los informes oficiales sirven de base para definir el entorno en el que las empresas llevan a cabo sus actividades, las dudas respecto de su contenido incrementan el nivel de incertidumbre para el sector privado, lo que implica que aumente la percepción de riesgo que acompaña las decisiones de inversión, producción y mercadeo. La consecuencia es una menor disposición a comprometer recursos propios, y la búsqueda de indicadores alternativos acerca de la situación económica.
En realidad, la desconfianza no es un rasgo exclusivo del tercer mundo, pues existe también en los países desarrollados, aunque en estos últimos la discusión no ocurre tanto en relación con las cifras en sí mismas, sino en cuanto a su interpretación.
Y no se limita al ámbito económico, sino que se extiende también a otras esferas. Aún hay quienes creen, por ejemplo, que Elvis Presley está vivo en algún lugar, que los responsables del asesinato de Kennedy quedaron libres, o que las imágenes del primer hombre en la luna fueron un montaje.
Más recientemente, en Perú, el fallecimiento de Abimael Guzmán, fundador del Sendero Luminoso, fue puesto en duda por políticos conservadores, señalando que pudo haber sido liberado de su celda por el nuevo gobierno izquierdista de esa nación. Pero el temperamento latino, que aprovecha las ocasiones divertidas, no dejó pasar que una de las congresistas que con mayor vigor reclamaba ver el cadáver de Guzmán, activó por error la cámara de su computadora mientras se bañaba. Algunos bromistas dijeron que tomó muy en serio eso de enseñar el cuerpo.