Diario Libre (Republica Dominicana)
“Es difícil vivir con síndrome de fatiga crónica, cualquiera que sea el grado de la enfermedad”
El síndrome de fatiga crónica es un trastorno que provoca un cansancio que no desaparece después del descanso y persiste por largo tiempo. Discapacitante y compleja, afecta a un 2.4 % de la población general y no fue hasta 1969 cuando la OMS reconoció esta enfermedad como neurológica
—¿Qué puede llevar a una persona a padecer del síndrome de fatiga crónica? El síndrome de fatiga crónica, también llamada encefalomielitis miálgica, para muchos es un síndrome de
insuficiencia inmunológica. Podría definirse como una enfermedad biológica, grave, crónica, compleja y multisistémica que puede afectar, a menudo y corrientemente, la vida de quienes la padecen.
Dr. José Ismael Reyes Nouel, psiquiatra.
—¿Qué la produce?
Hay muchos factores que influyen, por ejemplo, las anemias, incluso la anemia ferropénica y la megaloblástica, es decir, la falta de hierro y la falta de vitamina B12 pueden ser causa de la fatiga. La depresión juega un papel importante y dentro de la depresión obviamente hay una serie de neurotransmisores que están envueltos en la fatiga.
Por eso el tratamiento es multifacético. Los síndromes virales juegan un papel importante también. —¿Cómo se diagnostica? El paciente debe presentar cuatro o más de estos ocho síntomas: trastorno de la concentración o memoria a corto plazo afectada, dolor de garganta, dolores articulares sin artritis, dolores musculares, dolor de cabeza intenso, sueño no reparador, el paciente duerme y no siente que se recuperó, malestar que dura más de 24 horas después de realizar un esfuerzo físico; inflamación y dolor de los ganglios, principalmente del cuello y axilas; mayormente se da cuando se presenta la mononucleosis infecciosa, producida por el virus Einstein Bar. Algunos medicamentos pueden producir fatiga, pero eso hay que descartarlo.
—¿Cuáles son los síntomas?
La fatiga es el síntoma principal, sin causa explicable no es el resultado de un esfuerzo reciente ni mejora de manera significativa con el descanso. Hay una fatiga extrema.
—¿Qué lo diferencia de la fibromialgia?
La gran diferencia es precisamente el dolor. Los pacientes que llegan a la consulta con una fatiga crónica hablan del cansancio, de la imposibilidad de trabajar, la apatía, el desinterés, la falta de no tener la actividad que antes tenía. Contrario al paciente que va con fibromialgia que se queja de dolor principalmente. Lo que no significa que el paciente que tenga fatiga crónica no tenga dolor. Un 70% de los pacientes termina con dolor.
—¿Qué tan grave es la enfermedad?
La enfermedad puede ser leve cuando la actividad que el paciente hace durante el día se reduce a la mitad de lo que hacía con anterioridad. Es moderada cuando la vida está limitada, ya que el paciente no va a trabajar y su actividad se reduce a una tercera parte. Y es grave cuando el encamamiento es predominante y está completamente invalidado.
—¿Tiene cura?
No existe una cura, el tratamiento debe centrarse en tratar de mejorar y aliviar los síntomas que más incapacitan al paciente. *