Diario Libre (Republica Dominicana)
Orlando: “Mamá me enseñó importancia de las abejas”
Dice que su amor por la naturaleza puede expresarlo a través de la apicultura
SD. La llegada de un panal de abejas a la residencia de los padres del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, fue el acontecimiento que fomentó la pasión por las abejas y la apicultura en el funcionario, que se mantiene más de 30 años después de ese episodio.
El político considera el cuidado de las abejas como una forma de honrar a su madre, Asela Mera Checo, quien un Día de las Madres decidió tomar a estos insectos y realizar un pequeño apiario.
Jorge Mera recuerda esos primeros contactos con los productores de miel por excelencia, a propósito de la conmemoración del Día Mundial de las Abejas. “Mi mamá en vez de tomar una actitud de buscar a alguien para que las fumigara, decidió tomar esas abejas”,
El ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera.
recordó el político en una entrevista concedida a Diario Libre.
“Mi mamá siempre era muy detallista y siempre recuerdo con mucha nostalgia, ver cómo ella misma se encargaba de los panales, cómo los preparaba y los regalaba. Ese es uno de los recuerdos más bonitos que tengo de mi mamá”, añadió.
Manifestó que tras la muerte de su madre le comentó a su hermana que se quedaría con las abejas que cuidaba su progenitora, a fin de continuar la tradición de producir miel, que, según explicó, no comercializa, sino que regala a amigos y familiares.
Producción de miel, un proceso que conlleva paciencia
Al ser preguntado sobre el proceso para la producción de miel, Jorge Mera sostuvo que es un trabajo “al que hay que tenerle paciencia; el que no hace las cosas por amor, puede tener dificultades con las abejas, hay que dejar que hagan su trabajo”.
En ese sentido, añadió que el proceso puede tomarse hasta tres o cuatro meses.
Agregó que no le gusta introducir elementos que hagan que el producto no sea natural.
El funcionario sostuvo que cuenta con su apiario en Pedro Brand, sin embargo, previamente el espacio estuvo en su residencia por siete años, hasta que ocurrió un episodio: las abejas se movieron a otro apartamento, desocupado en ese momento, en búsqueda de luz.