Diario Libre (Republica Dominicana)
Del ciclismo a la natación, atletas trans son apartadas del alto nivel
El ciclismo, la natación y el rugby endurecen las regulaciones
LAUSANA. Del ciclismo a la natación, pasando por el rugby, varios deportes están restringiendo el acceso de las atletas transgénero a las competiciones femeninas, lo que abre un debate que mezcla el progreso de la investigación, la justicia deportiva y los derechos humanos.
En apenas unos días, tres federaciones han respondido al llamado lanzado el 16 de noviembre por el Comité Olímpico Internacional para establecer sus propios criterios de acceso de las personas transgénero e intersexo a competir al más alto nivel.
La Unión Ciclista Internacional fue la primera el pasado 16 de junio con un endurecimiento, doblando el “periodo de transición” (de 12 a 24 meses) durante el cual las mujeres transgénero deben presentar una tasa de testosterona “bajo” antes de competir “en la categoría
Lia Thomas, nadadora trans, en una prueba de la NCAA.
correspondiente a su nueva identidad de género”.
Con base en “nuevos estudios científicos”, la UCI rebajó a la mitad el límite admitido, de 5 a 2,5 nmol/l de sangre, con el argumento de que se trata de “la tasa máxima de testosterona que se observa en el 99,99% de la población femenina”.
El domingo 19, fue la Federación Internacional de Natación (FINA) la que limitó el acceso a las categorías femeninas a las nadadoras “convertidas en mujer antes de la pubertad”, una solución que excluye a la casi totalidad de las atletas transgénero, cuya transición es generalmente más tardía.
Sacudida desde hace meses por las polémicas alrededor de la estadounidense Lia Thomas, primera nadadora transgénero en ganar en la primavera un título universitario, la FINA estudia la creación de una “categoría abierta” que se sume a las tradicionales masculina y femenina.
El presidente de la Federación Internacional de Atletismo, Sebastian Coe, abrió la vía a una modificación de su reglamento prometiendo privilegiar la “equidad” y la “integridad del deporte femenino” más que la “inclusión” de las participantes transgénero.
Pero en este intervalo, la discusión ha cambiado de naturaleza, escapa a los endocrinólogos o especialistas de las ciencias del deporte para “ganar en visibilidad”, a medida que militantes de derechos humanos se hicieron eco. ●