La defensa juega un papel fundamental para lograr el triunfo

“La grandeza de las personas, no se mide por dinero, estudios, ni belleza. Sino por la lealtad de su corazón y la humildad de su alma”

Anónimo

La caída de los Tigres de los Tigres del Licey al bajar le telón del juego 16 del Round Robin es su pobre defensa con 28 errores.

El fanático tiene expresiones muy simples para definir está pésima situación: El Licey no apara, los jugadores del Licey tienen piedras en los guantes. Calificaciones que no tienen desperdicios, son un templo colmado de feligreses.

Y es que por más vueltas que usted le dé al globo, el esqueleto del béisbol tiene tres partes fundamentales para alcanzar el éxtasis de la victoria: Pitcheo, ofensiva y defensa y eso lo comprueba usted en el “line score” desglosado en carreras, hits y error.

El fildeo juega un papel clave en el béisbol. La defensa participa en todas las jugadas que no terminan en ponche,

Obase por bolas o jonrón. Es una parte necesaria del juego y ciertos equipos realmente pueden utilizar sus habilidades defensivas a su favor.

Si bien es cierto, que un equipo defensivo de élite no le garantiza la corona. En deportes como el baloncesto y el fútbol, una defensa puede llevar a un equipo a lo largo de los playoffs, pero en el béisbol, el poder que tiene ese lado del campo es limitado. Incluso con fildeadores fantásticos, las carreras seguirán siendo impulsadas. Las organizaciones no apuntan a los Guantes de Oro de la misma manera que apuntan a los Bate de Plata.

Los jugadores que saben manejar el bate siempre eclipsarán a los jugadores que saben atrapar los batazos. Ésta es la razón por la

De la Cruz pierde la pelota.

que la posición de bateador designado se ha convertido a lo largo de los años en una posición más aceptada universalmente. Los bateadores sólidos se han convertido en contribuyentes más significativos a los ojos de la mayoría de las franquicias.

El equipo que sale a competir, no necesita de nueve jugadores en el campo que realicen jugadas de filigranas, pero sí que hagan las de rutina y la defensa de Licey no está cumpliendo con ese mandato.

Un equipo que busque alcanzar la corona de campeón, necesita una confiable combinación de siore y segunda y una línea central segura y el Licey en la defensa adolece de estas dos condiciones.

Esto es simple y sencillo, en el béisbol, como en el resto de los deportes de conjunto es necesario partir de dos situaciones y un equipo ataca y otro defiende.

En resumen, los Tigres del Licey, con su linaje de Glorioso, con esa defensa de mantequilla y una ofensiva cuestionable que no sueñen con la 24, porque la misma se está alejando “cada vez más” como la canción del eterno interprete Niní Cáfaro.

1959: Juan Marichal, lanzador de los Leones del Escogido, ofreció un recital de pitcheo blanqueando a las Estrellas Orientales 5-0, anotándose su cuarto juego completo y su primera lechada del torneo.

M